Cultura noruega en La Habana

8 de noviembre de 2013

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Nadia Herrada Hidalgo

Con la apertura, este martes 5 de noviembre, de la exposición “Munch 150 – La parte maldita”, en la nueva sede de la Embajada de Noruega en 21 entre H e I en el Vedado capitalino, quedó inaugurado “Espacios Ibsen 2. Jornadas de teatro cubano noruego”.

El excelentísimo señor embajador de Noruega en Cuba, John Petter Opdahl, tuvo a su cargo las palabras iniciales y en ellas manifestó la solidez de las relaciones bilaterales en el ámbito cultural. “Son muchas las áreas de cooperación cultural entre Noruega y Cuba; sin embargo, es el teatro, las artes escénicas en general, el ámbito donde este intercambio ha sido más notorio en los últimos años”.

Durante su intervención el diplomático también llamó la atención sobre la actualidad y universalidad de los conceptos expuestos por Henri Ibsen en su obra, características que han posibilitado que después de más de cien años de su muerte continúe como un referente para los jóvenes creadores cubanos.
Sobre la finalidad de “Espacios Ibsen 2” Opdahl expresó: “Esta jornada cumple un doble objetivo: canalizar el interés que suscita el teatro y la cultura noruega en Cuba, pero también generar un nuevo espacio de intercambio y de apoyo al sector cultural cubano”.
Para cumplimentar estas palabras el coordinador general del evento, William Ruiz Morales, aseguró que en esta segunda edición se perseguía, por una parte, realizar un programa-archivo de proyectos teatrales con los que la embajada de Noruega se ha involucrado y, por otra, desarrollar acciones que apunten a las posibilidades en las formas de cooperación cultural entre ambos países. “Después de la exitosa realización de la primera edición nos proponemos ajustar aún más los conceptos que guían la estructuración del evento para desarrollar su identidad dentro del panorama cultural cubano”, aseveró.

Las “Jornadas de teatro cubano noruego” reúnen, hasta el próximo domingo 10 de noviembre, a más de 150 jóvenes, mayormente cubanos, creadores de diversas manifestaciones artísticas como el teatro, la música, el cine, las artes visuales y algunos intelectuales que participarán en el espacio teórico.
En el marco de este evento y a propósito del 150 aniversario del nacimiento de Edward Munch, sin dudas, el artista de la plástica de Noruega más importante y reconocido a nivel mundial, se inauguró la muestra colectiva “Munch 150 – La parte maldita”.
Según el embajador esta es la primera expo en Cuba que evoca directamente al gran pintor expresionista, más allá de las notables influencias que dejó en la obra de importantes pintores, también cubanos.
Las curadoras María de Lourdes Mariño y Anamely Ramos tomaron el aniversario del natalicio del pintor como un pretexto para convocar a catorce jóvenes, que trabajan diferentes formatos, a que expresaran en su lenguaje personal lo que significa para ellos la experiencia pictórica de Munch.
“Munch 150 – La parte maldita” continuará abierta al público, entre las 10:00 am y las 5:00 pm., en la nueva sede de la embajada de Noruega hasta que culmine “Espacios Ibsen 2”. Allí, además de apreciar las obras, el público asistente podrá disfrutar de la proyección de audiovisuales relacionados con el pintor y asimismo, podrá participar en conferencias impartidas por expertos sobre el entorno cultural de Munch y sobre la influencia del expresionismo en la tradición pictórica cubana desde 1959 hasta la fecha.

Paralelamente a esta muestra “Espacios Ibsen 2. Jornadas de teatro cubano noruego” propone un variado programa de actividades que están agrupadas en tres espacios: “Universo Ibsen”, donde tendrán lugar acercamientos teóricos a la obra del dramaturgo; “Escena Ibsen”, donde se presentarán “La dama del mar” y el estreno “Solness, el maestro”, a cargo de Teatro de la Luna y la Compañía teatral del Cuartel, respectivamente. El tercer espacio, “Segunda muestra abierta del Laboratorio Ibsen”, incluye las reposiciones de los espectáculos “Souvenir” y “La mujer de carne y leche” y los estrenos “Eduviges y la foca”, dirigido por Karina Pino; “Churrerías”, de Alessandra Santiesteban; “Fiodor en el Fiordo”, a cargo de Fabián Suárez y “El constructor y la princesa”, dirigido por William Ruiz.
“Espacios Ibsen” trata de exponer al escritor noruego como monumento total de la cultura universal. De esta forma, su influencia determina no solo una dramaturgia, sino que es constante generador de pensamiento en las más diversas áreas de la producción cultural. Su influencia se manifiesta en el pensamiento social, como un instrumento para pensar la historia y el lugar del hombre en su contexto.