Cuba no puede ser explicada sin África

7 de enero de 2019

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Ofelia Sandar Valles

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Centro HIstórico de La Habana, Cuba, Cultura, Eusebio Leal Spengler

 

 

Como cada 6 de enero, el Museo Casa de África celebró el aniversario de su creación – en esta oportunidad, el 33 –, con la presencia del Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, miembros del Cuerpo Diplomático de países africanos acreditados en la Isla, trabajadores y amigos.
En sus palabras, Leal expresó que esta institución se fundó hace tantos años ya “bajo el auspicio de un gran cubano, de José Luciano Franco y con un poderoso mentor para nosotros que fue el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque (…) Fue un largo camino en reunir los exponentes, que todos partían no del saqueo de África si no partían de las ofrendas que a los dirigentes de la Revolución dieron los pueblos, las naciones o los líderes de los movimientos de liberación nacional de África”.
Se refirió, además, al bello legado que el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, entregó al centro y que le interesaba se explorara en tres direcciones fundamentales: “la primera, el África de la geografía, de la naturaleza, el inmenso continente que para los europeos por lo general se convirtió en lo que Marx llamó un cazadero de esclavos; en segundo lugar, le interesó que explicáramos el África de las grandes culturas, el África de las lenguas, el África de las distintas naciones que conforman su unidad, y lo tercero, que entráramos en el África de la diáspora para que no olvidáramos nunca que la esclavitud fue el elemento que nos conectó con ella”.
“Cuba no puede ser explicada sin África”, sentenció el Historiador de la Ciudad, “como tampoco puede ser explicada sin Europa, y de ese sincretismo, como habló Don Fernando Ortiz, de esa transculturación, somos hijos todos, independientemente del matiz y el color de nuestra piel en algunos casos aparentemente blanca, en otros casos aparentemente negra o mulata; pero la cubanía está por encima de todo ello. La cubanía es el sentido de pertenencia que nos ha conducido desde la Isla a contemplar el mundo con ojos de solidaridad, con ojos de hermandad, con ojos de internacionalismo. De esto último fueron los cubanos a luchar no para saquear, sino para ayudar en los procesos de liberación de aquellos pueblos”.
El también Director de la Red de Oficinas del Historiador y del Conservador de las Ciudades Patrimoniales de Cuba resaltó que la gran victoria militar de Cuito Canavale abrió el camino para el derrumbe del Apartheid, al tiempo que permitió “que el hombre más importante del mundo africano, al menos el que se había convertido en el símbolo de toda África, fuera finalmente liberado”.
Recordó que fue precisamente en la Casa de África donde estuvo el Comité Cubano de Solidaridad contra el Apartheid y por la libertad de Nelson Mandela: “Fue aquí a donde vino Mandela, como vinieron otros héroes de la liberación africana, y dejaron todos ellos – o enviaron muchas veces convertidos en presidentes, líderes de su partido – todo esto”.
Asimismo, Leal aseguró que la Casa de África fue el lugar para conmemorar “lo que hay de importante hoy en nuestro país y que es imperecedero: la espiritualidad del hombre africano y del hombre cubano. El sentido de pertenencia a una nación que tiene en sus ancestros y en su pasado las razones de ser, las raíces, los puntos de partida”.
“Ha pasado mucho tiempo realmente – aseguró el Historiador – y he tratado siempre de tener cerca de mí a los que han trabajado y luchado por la Casa de África. Por ahí hay una de las muchachas con que comenzamos a trabajar, y la veo siempre con mucho cariño y amor por su perseverancia en el trabajo. Y qué decir de Alberto Granados, su director, que ha sido por la sangre y por la cultura un animador, un promotor, uno que ha estado permanentemente y además llevando por el mundo el mensaje”.

 

 

Mencionó que la antigua casa, una vieja factoría de tabacos, un viejo almacén, de ruinas se convirtió en un lugar prestigioso, al cual tantas donaciones maravillosas como la de la Casa de las Américas, por ejemplo, enriqueció de forma determinante. Rememoró que en un punto superior del inmueble está el despacho de Don Fernando Ortiz, “quien logró desentrañar los misterios, sentó una escuela y es el único cubano al cual en las ciencias sociales se le da el dictado de sabio (…) Aquel al que le fue permitido asistir y tocar por primera vez lo que era absolutamente sagrado e intocable. La evolución del pensamiento de Don Fernando lo llevó a convertirse en una piedra angular de la cultura cubana”.
Por último, Leal felicitó a todos los presentes evocando el tradicional Día de Reyes: “Ese día, el de Reyes les estaba permitido a los esclavos de La Habana y a los libertos salir y hacer carnavales. Y era muy reverenciado porque a la cabeza de ellos iban los de nación, los que todavía tenían en la sangre y en la memoria la palabra, el culto religioso, la trascendencia de lo fundamental; quiere decir, ellos fueron los que presidieron siempre los cabildos”.
“Hoy estamos aquí. Es también un pequeño y gran cabildo, porque el cabildo es un lugar para dialogar, para confraternizar (…). Ábrase, pues, nuestro cabildo hoy y desde la fiesta, y gracias a todos los que entienden y comprenden el misterio de esta Casa”, concluyó.
Como parte de las festividades por los 33 años del Museo Casa de África quedó inaugurada la exposición “Moyugba Orisha II: Qbafro y sus amigos”, del artista Yan Benavente, quien aseguró que en esta ocasión un grupo de amigos con un lenguaje en común unieron varias de las artes para realizar esta muestra: “La joyería, la escultura, la música, la fotografía, el performance, la pasarela, todos con un mismo objetivo: llevar el arte a la religión yoruba, respetando su carácter simbólico, místico y religioso”.