Cuadernos de Historia Habanera: vigencia y tradición

11 de febrero de 2018

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Marjorie Peregrín

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Cuba, Cultura, Ediciones Boloña, Emilio Roig de Leuchsenring, Eusebio Leal Spengler

 

 

La publicación de tres volúmenes con una decena de números* de los Cuadernos de Historia Habanera, impulsados por Emilio Roig de Leuchsenring entre 1935 y mediados de los años 60, es, sin dudas, una de las acciones más importantes de Ediciones Boloña en la Feria del Libro 2018, pues representa una continuidad en la tradición y la proyección de la Oficina del Historiador, rescata parte importante de su patrimonio y pone al alcance del público documentos con juicios y saberes históricos que mantienen hoy su vigencia.

Los tres tomos iniciales de una serie que se propone reproducir los 75 Cuadernos que conforman la colección fueron presentados el sábado por Boloña en su espacio en la Fortaleza de La Cabaña. En ellos, destacados intelectuales cubanos dedicaron conferencias a temas, hechos, épocas y personalidades imprescindibles de la historia cubana, en un esfuerzo inédito entonces por hacer público el conocimiento histórico con análisis profundos y documentados, sin que la sencillez y claridad necesarias implicaran mengua en el rigor de los enfoques.

 

 

El Historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal Spengler, a quien está dedicada la XXVII Feria Internacional del Libro, recordó, hace unos días, la importancia que concedió Roig de Leuchsenring a la labor editorial.

 

 

“Emilio Roig pudo –con sus propios recursos en principio y con los municipales de algunos alcaldes que entendieron la necesidad de la publicación de libros, por ejemplo el alcalde Beruff Mendieta, que lo entendió y lo apoyó– ir sacando para publicar los Cuadernos, para publicar los libros. Y eran libros que se regalaban. Los Cuadernos de Historia Habanera son insuperables. Me dijeron de hacer una selección y yo dije ‘publíquenlos todos’. Si hay cosas que están superadas vamos a ponerlo en manos de un público maduro que va a poder comentar. Yo creo que en esta fecha y en esta Feria de La Habana ha eclosionado el papel de Boloña, que ya viene siendo muy reconocido con premios de ediciones y de diseño”, expresó.

 

 

Al referirse a la política de los libros, Ana Cairo señaló en el coloquio homenaje a Leal, que una de las grandes misiones que tuvo la Oficina del Historiador fue la de convencer al alcalde de La Habana y después a los alcaldes del país de que una forma de pervivir era haciendo libros, y cuando se revisa el catálogo de libros publicados por la alcaldía de La Habana uno se maravilla. Y además se regalaban. Muchos de los viejos estudiantes todavía tienen en su poder libros que fueron regalados por Emilito Roig en persona a los universitarios”.

Para Michael González, director de Museos de la Oficina que tuvo a su cargo la presentación, la iniciativa de reimprimir los Cuadernos de Historia Habanera es muy importante, “no solo porque está rescatando la tradición que siguió Emilio Roig, de llevar la serie de documentos históricos e investigaciones más larga y de las más exitosas que tuvo la Oficina del Historiador, sino por todo el conocimiento histórico que aportan”.

Al puntualizar elementos que deben ser tenidos en cuenta en una valoración histórico-patrimonial de los Cuadernos Habaneros, destacó primeramente la vigencia histórica que mantienen. “Hay investigaciones históricas que se mantienen en la actualidad pero que parten de estos Cuadernos Habaneros como primer acercamiento que se hizo a un tema específico de nuestra historia”.

“Creo que el segundo elemento importante es el relacionado con los Cuadernos Habaneros como difusores de la obra de la Oficina del Historiador, en cuanto a todo el trabajo que Emilio Roig e intelectuales amigos y otros colaboradores llevaron a cabo para dar publicidad a todas las obras de rescate que hacía la Oficina, que no solo era la palabra, sino la intención de buscar leyes que defendieran lo que estaba siendo ya defendido de manera verbal y tácita”.

 

 

En tercer lugar, González se refirió al rol de los Cuadernos como una fuente de difusión de los congresos de historia, a los que asistían “no solo historiadores, sino también lo mejor del pensamiento cubano del siglo xx; así, estos Cuadernos publicaban todos los acuerdos que se tomaban, además de los congresos de historia, en la Academia Cubana de la Historia”.

Mencionó, asimismo, el carácter democrático de estas publicaciones, pues “Emilio Roig era el gran artífice y el gran coordinador, pero en ellas escribían muchos intelectuales”, y por último el carácter polémico de los Cuadernos, “cómo recogían desafíos en pos de las letras y del conocimiento histórico, polémicas, y publicaban incluso cartas que escribían a él personas que podían no estar de acuerdo con un criterio de Emilio o alguno de sus colaboradores”.

“Eso es importante, para que la juventud entienda desde un lenguaje claro y preciso, que era el sentido inicial de estos cuadernos, mucho de las dinámicas culturales y de cómo recrear el horizonte intelectual y de la cultura cubana en toda la época, el periodo en que los Cuadernos fueron publicados, desde la década del 30 hasta los primeros años de la Revolución”.

 

 

* Primer tomo: Compila los cinco primeros Cuadernos, en los que son abordados temas tan diversos como el tributo a José Agustín Caballero y Rodríguez en el centenario de su muerte; un detallado bosquejo histórico de la Plaza de Armas y las edificaciones que la rodean; la vida de Claudio José Brindis de Salas; la obra de la Sociedad de Amigos del País en bien de la cultura y el desarrollo de la nación, y un informe de Emilio Roig sobre el nombre de las calles habaneras.

 

 

Segundo tomo: Reúne los Cuadernos seis y siete, dedicados a dos personalidades trascendentales en la historia cubana: José Martí y Máximo Gómez. A través de la correspondencia, documentos oficiales emitidos en el fragor de la Guerra del 95, declaraciones emitidas a la prensa de la época (siglo xix), cartas y otros escritos, podemos apreciar la grandeza en el pensamiento y la acción de los dos grandes hombres.

 

 

Tercer tomo: Incluye los Cuadernos ocho, nueve y diez, en los cuales se agrupan la Autobiografía, de Juan Fco. Manzano, esclavo cuya libertad promovió Domingo del Monte; la primera serie de las Conferencias de Historia Habanera, dedicada a habaneros ilustres como Nicolás M. Escovedo, el conde de Pozos Dulces, Rafael María de Mendive, Anselmo Suárez y Romero y Nicolás Ruiz de Espadero, así como las conferencias impartidas en el Curso de Introducción a la Historia de Cuba, organizado por Emilio Roig de Leuchsenring, que hace un recorrido por la conquista y la Colonia (las razas indias, la conquista y exploración de Cuba, economía de la conquista, las encomiendas; la evolución económica, el contrabando y la ganadería, comienzos de la industria azucarera; monopolio del tabaco y sublevación de los vegueros; la evolución política, corsarios y piratas; la evolución cultural). Conferencistas: Fernando Ortiz, Roberto Agramonte, Manuel Bisbé, Enrique Gay Calbó, Mario Alfonso Caballero, Emeterio Santovenia, Gaspar Jorge García Galló, Elías Entralgo, Manuel de Zayas Mestre y José Antonio Portuondo.