Apuntes en torno a la guerra cultural

4 de octubre de 2017

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Jesús Francisco Yagües

 

“Apuntes en torno a la guerra cultural”, libro necesario para estos tiempos que corren, del escritor e intelectual cubano Abel Prieto Jiménez, Ministro de Cultura, y editado por la Casa Editorial Latinoamericana Ocean Sur, que preside David Deustschmann, se presentó en la Casa del Alba Cultural. El Historiador Ernesto Limia Díaz, Licenciado en Derecho y ensayista, tuvo a su cargo la presentación, además de redactar el prólogo del volumen bajo el título “Un libro, un hombre”, así como el escrito “Cuba entre tres imperios: perla, llave y antemural”,
En “Apuntes en torno a la guerra cultural” se copilan: artículos, intervenciones y presentaciones de libros, todos realizados en diferentes épocas, que recorren la resistencia en la que las vanguardias políticas y artísticas se atrincheraron en unión con el pueblo y en defensa de las conquistas que en todos los sectores de la sociedad se han alcanzado. Por tales razones en el volumen, además de los de Abel, aparecen también las intervenciones: de Raúl Capote (“Enemigo”); de Alejandro Castro Espín (“Nota sobre un libro imprescindible: Estados Unidos: el precio del poder”); de Miguel Barnet (“Elogio”); de Roberto Fernández Retamar (“La ensayística”); de Katiuska Blanco (“Presentación de Fidel Castro Ruz. Guerrillero del Tiempo”); de Cintio Vitier (“Lecciones”); de Abel Enrique González Santamaría (“El destino común de Nuestra América”); de Nikolai Leónov (“Palabras para presentar Raúl Castro. Un hombre en Revolución”) y de Enrique Ubieta Gómez (“Notas para presentar Zona Roja. La experiencia cubana del ébola”).
De “Apuntes en torno a la guerra cultural”, llama poderosamente la atención también la portada del libro, pues se ilustra con un conjunto de bombas que reflejan los logotipos de los consorcios de la Coca-Cola, la McDonald´s y los Burger King; y otros con el uniforme de los comics del Capitán América o las imágenes de Mickey Mouse y Donald Duck, hasta la estatuilla que simboliza el Premio Oscar; proyectiles sutiles que caen sobre La Habana para penetrarnos, infructuosamente, con la ideología neoliberal del Imperio. Una vez más, este diseño demuestra que en el arte la materialización gráfica de una idea está indisolublemente unida al contenido que la genera.