Acosta Danza: “Mi corazón siempre está en Cuba”

12 de diciembre de 2016

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Nora Sosa

 

 

Al disfrutar de la Temporada de Otoño de Acosta Danza en este último mes del año, viene a la mente la consolidación de una compañía que, a pocos meses de creada en el 2015, tuvo su premier el ocho de abril de este año que está por terminar, ambas presentaciones en la Sala García Lorca del recién restaurado Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, la más antigua residencia teatral en activo de Latinoamérica.

Emociona el empeño de su creador y director, el destacado bailarín Carlos Acosta, quien luego de estudiar en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba, pasar un tiempo al Ballet Nacional de Cuba, continuó relacionándose con otras numerosas compañías del mundo, entre ellas el English National Ballet, Houston Ballet American Ballet Theatre, y mayormente en The Royal Ballet de Londres.

Nunca olvidar su expresión de que “Mi corazón siempre está en Cuba”. Es así que, al querer crear su propia agrupación, pudo hacerlo en Londres, pero tras su retiro del Royal Ballet, el Premio Nacional de Danza 2011 aseguró que volvía a su amada patria, decisión que se hace sentir especialmente en su creación “Tocororo Suite”, que con fuertes aplausos, cada noche cerraron las cinco funciones de la Temporada de Otoño.

Se trata de una versión que realizó a partir de su primera coreografía: “Tocoro Fábula Cubana”, que al ser estrenada en este nuevo siglo, tuvo el gusto de contar con la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, quien al terminar la función conversó con él y los bailarines. Entonces, significativamente, a la reciente desaparición física del líder de la Revolución cubana, estuvo dedica la primera de las funciones de este mes de diciembre.

“Tocororo”, está “inspirado en costumbres y personajes de la cultura social cubana, dibujados con las líneas del ballet clásico, la danza moderna y los bailes folclóricos”, expresó Acosta. Tal valoración resulta expresión de su interés por reflejar en la compañía que ha creado “el mestizaje del cubano, todo muy mezclado”.

La manera de hacer ver esta mezcla se destaca en actuaciones como la del joven Juan Valle en el personaje de Tocororo; el artista invitado Alexander Varona en el papel de El Moro; la compleja correspondencia que se crea entre ambos, lo cual finalmente implica una relación que llega a la mezcla, el aprecio de cómo la música popular cubana se puede relacionar con todo tipo de bailes.

 

 

Otras puestas en escena resultaron expresión de la relación mundial que caracteriza el ballet, la danza, sin que esto implique dejar atrás sus raíces. Es así, que entre las obras ofrecidas durante todo el programa estuvo “Babbel 2.0”, de la catalana María Rovira; “Fauno”, del belga Sidi Larbi Cherkaoui; “Hokiri”, del bailarín y coreógrafo francés Mickael Marso Riviere, y del cubano Miguel Altunaga el duo “Derrumbe”.

Finalmente, en un encuentro con la prensa, a la pregunta sobre los planes futuros, manifestó Carlos Acosta sobre todo el interés de seguir trabajando y esforzándose para seguir adelante, y planificar giras internacionales y nacionales.