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25 Festival Internacional de Ballet de La Habana. Belleza, creatividad, relación humana

8 de noviembre de 2016

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La primera bailarina del BNC Viengsay Valdés junto a Moisés Martín, del Ballet Nacional de España, en “El lago de los cisnes”. Foto: Nancy Reyes

 

 

Acaba de concluir en La Habana un Festival que ha llegado a su aniversario 25, como ya es tradicional ofreciendo funciones diarias del 28 de octubre al seis de noviembre en tres teatros de la capital.
Sin decir una palabra, sino a través de complejos, fuertes movimientos del cuerpo, sus bailarines son capaces de expresar historias de gran imaginación a través de ballets en los que han tenido su base en los reconocidos clásicos “Giselle”, “El Lago de los cisnes”, “La bella durmiente del bosque”, todos traídos al día de hoy gracias a las versiones coreográficas de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, directora del Ballet Nacional de Cuba (BNC), compañía que crea en 1948 y dirige hasta hoy, con sede en el Gran Teatro de la Habana, al que se le ha dado su nombre luego de la reciente bella restauración del coliseo.

 

La compañía Dance Americana ofrece "In creases"

La compañía Dance Americana ofrece “In creases”. Foto: Nancy Reyes

 
Del reconocimiento internacional del Festival da fe el hecho de que – como es ya tradicional – asistieron al encuentro compañías y solistas de más de dieciséis países de América Latina y el Caribe, Europa, Estados Unidos, Asia.
Entonces, en puntas, entre otras opciones, claro que llegó el tango a uno de los tres teatros sedes del Festival, el Nacional, a través de la compañía Buenos Aires Ballet, de Argentina. Y otra de las agrupaciones con quehacer moderno, contemporáneo, que ofrecieron funciones de toda una noche fue la Compañía Dance Americana, sin olvidar programas variados en que en algunas ocasiones se unieron bailarines de diferentes países.

 

En la Gala dedicada al aniversario 90 de José Parés, el BNC interpreta su obra "Un concierto en blanco y negro"

En la Gala dedicada al aniversario 90 de José Parés, el BNC interpreta su obra “Un concierto en blanco y negro”. Foto: Nancy Reyes

¿Ejemplos? Pues en “Las llamas de París” (pas de deux ) bailaron juntos la representante del Ballet Nacional de Holanda Michaela De Prince y el solista del BNC Francois Llorente, para interpretar la coreografía de Alicia Alonso sobre el original de Vasily Vainonen (1932), inspirada en la Revolución Francesa.
Y en esa misma ocasión, entre los muchos estrenos en Cuba del Festival, estuvo el título “Migración”, a cargo de Ginette Moncho y del Ballet Nacional de Mongolia Duaraa Altankhuyag.

 

En la Gala de inauguración del Festival, el Estreno Mundial por el BNC de "Oscurio", coreografía de Anabel López Ochoa

En la Gala de inauguración del Festival, el Estreno Mundial por el BNC de “Oscurio”, coreografía de Anabel López Ochoa. Foto: Nancy Reyes

Todo lo señalado resultan solo algunos ejemplos del significado de un Festival que esta vez asume el nombre de Alicia Alonso, con una labor desde su creación en 1960 que a la vez que llega al mundo, no resulta un arte de minorías, de personas con un alto nivel de vida, sino para una población que abarrota sus salas con una atención presente en fuertes aplausos, la participación de familias incluyendo los más pequeños, que con el tiempo – soy testigo – lo agradecen.
Al respecto, hacemos alusión a las siguientes palabras de Alicia Alonso: “Bienvenidos a este abrazo fraternal, unidos por la danza, la belleza y la creatividad”.

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