ribbon

170 años de José Martí: “La lección de un viaje”

14 de septiembre de 2023

|

 

Martí y un grupo de patriotas cubanos en la casa de Teodoro Pérez en Cayo Hueso, Florida. La fotografía fue tomada por Antonio J. Estévez en mayo de 1893.

Martí y un grupo de patriotas cubanos en la casa de Teodoro Pérez en Cayo Hueso, Florida. La fotografía fue tomada por Antonio J. Estévez en mayo de 1893.

 

Con este título Martí publicó en Patria el 23 de septiembre de 1893 un escrito referido al recorrido por las emigraciones cubanas en el estado de Florida entre los días 5 y 16 de ese mes. Antes de partir de Nueva York le envió unas líneas a Gonzalo de Quesada, uno de sus más eficientes colaboradores en la gran urbe en la que le informaba de su salida para Cayo Hueso “en el más estricto sigilo.” La razón que da para el viaje, “porque así importa”, no aclara el por qué de ese ocultamiento. Todo hace pensar que esa inesperada salida de Nueva York tuvo que ver con los preparativos para comenzar la lucha armada en Cuba contra el colonialismo hispano, pues en comunicaciones de semanas anteriores a otros patriotas involucrados en ello, el Delegado daba indicios de que no estaba lejano el alzamiento en la Isla.

Sea lo que fuere, tras pasar por pocas horas por Tampa, Ocala y Jacksonville, ya al mediodía del 17 de septiembre estaba de vuelta en Nueva York, y esa misma tarde se reunía con el Cuerpo de Consejo del Partido Revolucionario Cubano en la ciudad para analozar la reorganización de sus clubes y las dificultades que encontfraban en su trabajo. El 19 de ese mes ya enviaba comisionados a la patria para contactar a los conspiradores y en la tarde siguiente estaba en Filadelfia reunido con los miembros del club Ignacio Agramonte.

A pesar de esa vida tan agitada, Martí encontró tiempo para escribir el texto referido para Patria, una especie de informe público acerca de los trajines en que andaba. Así inicia con estas ideas: “Ni para denunciar sus propias huellas con alardes inoportunos se ha creado el Partido Revolucionario Cubano; ni para acusar público recibo de las desviaciones o cegueras de los hijos de Cuba; ni para mermar, con críticas fáciles o inútiles, las filas seguras, a despecho de los mismos que las habrán de enriquecer, de los soldados de mañana.” El líder demostraba su capacidad para sostener la uniddad imprescindible en sus filas, aunque insinúa que hay dificultades por vencer en las propias filas revolucionarias. Por eso no da explcaciones ni detalles de fondo del sorpresivo viaje al sur de Estados Unidos. Todo lo contrario: lo que escribe Martí en los finales del texto es la descripción de ciertos elementos positivos que halló en esa emgación, particularmente en la de Cayo Hueso, a pesar de hallar a esa localidad “en extrema penuria” por la crisis ecoómica que manteníann paro a las tabaquerías: “la miseria gemía tal vez a su alrededor; pero se puso su última sonrisa para recibirle. Y el entusiasmo más pujante y espontáneo que nunca, ha llegado al cielo.” Sin embargo, indudablmente emocionado, el Delegado señala que la “lección no estaba en tales aspectos “porque tal respeto era merecido y esperado.” Y su pluma se alegra en las líneas finales en la descripción emotiva de cómo le trataron en el Cayo. “Digno y valiente es en el hambre como en la pelea el pueblo cubano, y por eso creyó a su Delegado digno y valiente como él. ¡Y la bandera se ostentaba tal vez, durante aquella visita, en alguna casa donde solo se servía al dia una vez de comer! Pero las mujeres se pusieron su mejor traje blanco, y los niños saludaban a la patria, que se acerca, con cintas y flores.”

Galería de Imágenes

Comentarios