Miramar celebra su centenario con un libro contundente

19 de febrero de 2017

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Marjorie Peregrín

 

 

Un libro que reúne ensayos de especialistas cubanos acerca de la evolución urbanística, histórica y social del reparto habanero de Miramar, en su centenario, fue presentado en esta Feria Internacional del Libro por Ediciones Boloña, que decidió ponerlo a disposición del público en la emblemática Casa de las Tejas Verdes, Centro Promotor de la Arquitectura, el Urbanismo y el Diseño Interior.

Centenario de Miramar. Reparto habanero, compilación que realizaron Rita María Hernández Gonzalo y Alina Ochoa Alomá, sigue un hilo conductor muy bien hilvanado, que destaca la singularidad de esta zona por sus espacios verdes, su alto estándar y la calidad de su arquitectura, explicó la Dra. María Victoria Zardoya, quien tuvo a su cargo la presentación.

El libro comienza con un estudio de José Linares que ubica al lector en La Habana antes de Miramar, y en el cual su autor elogia la idea de ilustrar la obra con cien plumillas del artista Evelio Toledo Quesada, “quien rescata una forma de representar prácticamente desaparecida del panorama cubano de las artes plásticas, un trabajo que en muchos momentos nos recuerda la bellísima obra Cuba a pluma y lápiz (1871), de Samuel Hazard”.

Un exhaustivo panorama ofrece la arquitecta Felicia Chateloin Santiesteban, quien desglosa en tópicos el nacimiento de Miramar, su consolidación, las primeras ordenanzas urbanísticas, su ampliación y primeros repartos, la vialidad y su devenir en los últimos cincuenta años, para finalmente dejarnos con la pregunta: ¿conservar o violentar Miramar?

La temática “Sociedad y cultura del ocio en La Habana del oeste” es abordada por los historiadores Félix julio Alfonso y Patricia Zornoza Suárez, quienes nos  remiten a la composición social de un barrio de élites y nos muestran una admirable infografía de los sitios y clubes más frecuentados, así como los deportes y las diversiones que se practicaban.

Por sus luces y aportaciones en potenciales proyectos de desarrollo para la zona trascienden los criterios del arquitecto Mario Coyula en “Playa frente al espejo: desafíos para el siglo XXI”. En este artículo el arquitecto sugiere dos grandes operaciones urbanas: una en la boca del Almendares y otra en el aeropuerto de Ciudad Libertad, que traerían una mejoría en la imagen urbana y en la calidad de vida de los pobladores de esas zonas, y “producirían una importantísima revalorización del suelo que pagaría con creces los costos de la inversión”.

Mientras, Severino Rodríguez Valdés clasifica a tres generaciones de arquitectos que dejaron su impronta en Miramar y en sus ampliaciones, algunos de ellos fundadores del movimiento moderno en Cuba.

Las cien plumillas del artista Evelio Toledo Quesada completan este precioso volumen e ilustran exponentes de arquitectura, ingeniería, espacios públicos y monumentos ornamentales y conmemorativos acompañados por sus fichas. Ese recorrido gráfico comienza en el túnel de QuintaAvenida, retoma el Puente de Pote, obra que lo precedió, y va destacando una selección de edificaciones de diversas tipologías, hasta terminar en el Club Habana.