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Presentados los premios Pinos Nuevos en sus 20 años

19 de febrero de 2014

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pinos-nuevosEstimular la investigación, la producción literaria e incentivar, además, a los nuevos escritores a publicar sus trabajos, es el objetivo del premio Pinos Nuevos, que convoca cada año el Centro Dulce María Loynaz en coordinación con las editoriales Letras Cubanas, Gente Nueva y Nuevo Milenio, del Instituto Cubano del Libro.
Los textos se presentaron en la tarde del martes 18 de febrero, en la sala Alejo Carpentier, de la fortaleza de San Carlos de la Cabaña como parte de las actividades de la XXIII Feria Internacional del Libro, Cuba 2014, ceremonia a la que asistió Zuleica Romay, presidenta del ICL.
En su Edición 2013 el lauro le fue otorgado en los géneros: Narrativa, a “La hembra alfa”, de Elaine Vilar Madruga; en Teatro, “Después de la Z”, de Elio Fidel López Velaz y en Poesía, “Versus”, de Ernesto García Alfonso.
En tanto, en Literatura infantil fue reconocido El jardín del bien y del mal, de Llamil Ruíz González  y en el género Ensayo se premiaron las obras “Jorge Mañach, el ABC y el proceso revolucionario del 30. Dilemas de un intelectual republicano”, de Yusleidy Pérez Sánchez; “Contra la indiferencia oficial. José María Chacón y Calvo, director de cultura (1934-1945)”, de Malena Balboa, y “Enamoramientos en la era moderna. Cuestión de géneros y otros enigmas”, de Keitel García Rodríguez.
Durante la presentación de los volúmenes Elaine Vilar dijo que La hembra alfa es el fruto  de su  gran pasión en todo el universo que es escribir. “Imagino la vida sin muchas cosas pero no sin escribir y este es el fruto. Creo que más importante que hablar de mi libro es agradecer a las personas que ayudaron a que estuviera, personas que muchas veces  quedan invisibilizadas en la contracubierta y no se sabe que también forman parte de la magia del libro. Agradecer infinitamente a mi editora una persona maravillosa que supo combinar la ética de la buena edición con la belleza de su alma es una gran amiga. Agradecer además al maestro Montoto, A Letras  Cubanas,  por confiar en que  los jóvenes tenemos que decir cosas  con valor y queremos ser escuchados y necesitamos de un espacio para ello.  Agradecer a mi madre que es mis palabras, mi escritura, mi vida;  y a mi esposo Abel que me llena de todo lo bueno que existe en el mundo”.
Por su parte el autor de Después de la Z, premio en la categoría teatro, Elio Fidel López, profesor de la Universidad e Historiador en sus también breves palabras contó que su obra fue inspirada en el trabajo de reeducación que por un periodo de tiempo desarrolló en las prisiones con jóvenes. “Allí supe -dijo- un poco de esta parte de la sociedad en la que casi nunca pensamos y se me ocurrió la idea esa de que hay personas que ni son tan diferentes como nosotros pensamos ni están tan lejos como nosotros queremos”.
“Allí conocí a alguien que hoy es mi mejor amigo y que cumple su condena. Comprendí que no hay personas buenas ni malas para ir presos, solo hay que distinguir el bien del mal. Hay personas que son casi tontos, sin embargo porque distinguen el bien del mal van presos y esa es la historia de Julito un muchacho un poco tonto que se robó un displey de computadora pensando que era un televisor, y va preso,  pide ayuda y se encontró con Yusiel que le dicen el rey de la salsa porque se robó media rastra de salsa tomate, pero no le contaré la obra, espero que después de este marketing compren el libro”.
“La obra -continuó- es un poco la expresión de esa capacidad de creer y de luchar que desarrollan los seres humanos cuando no se quieren convertir definitivamente en seres derrotados. Hay tristeza y alegría”.
El profe como cariñosamente le dicen sus alumnos dedicó su libro a su hijo, a su esposa, a su madre, a su hermana,  “yo si traje a una pila de gente para acá -expresó jocosamente- y traje a los muchachos del grupo Té Atro que fue un grupo que creé en mi Universidad con la que he tenido mucha satisfacción, mucha felicidad y que ya la pusimos en las calles, en los teatros, en las prisiones donde los presos nos dijeron  es auténtico, ustedes están haciendo algo que es verdad y nos dio mucha alegría”.
Y así cada premiado fue contando de su texto en la tarde de este martes 18 de febrero, por eso Yusleidy Pérez Sánchez expresó que “investigando un tema para la realización de mi tesis de Licenciatura en Historia, hallé a Jorge Mañach. Una figura bastante desconocida para mi generación, al igual que poco trabajada –como también algo olvidada por la Historiografía cubana en estos últimos años. Consideré que la figura de Mañach nunca llegó a tomarse en consideración a partir de un enfoque político-social, y fue este tema-objetivo el que atrajo mi investigación; primero, para trabajo de tesis y después, para su escritura ensayística. En fin, de tesis el trabajo devino ensayo literario, por supuesto, mucho más ampliado. Y gracias a él, he sido premiada”.
Asimismo, otro de los ganadores Llamil Ruiz González, –asesor literario de la Casa de la Cultura de Morón en la provincia de Ciego de Ávila–, con su libro de cuentos El jardín del bien y del mal, dijo que “son cuentos de corte realista, donde los protagonistas son adolescentes que se circunscriben a problemas referidos a temáticas sociales diversas muy actuales y, a la vez, muy problemáticas como pueden ser: la discriminación racial, la lucha contra el SIDA, la homofobia, la necesidad del amor, de la amistad, de la lealtad entre los seres humanos…”

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