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Efemérides

Música

Muere el compositor vienés Franz Schubert

19 de noviembre de 1828

Nacido en Viena en 1797, Schubert inició sus estudios musicales en plena infancia, y a los once años fue admitido como cantor en la Capilla de la Corte de Viena. Al mismo tiempo, el joven Franz ingresaba como alumno en el Konvikt o Seminario Imperial, donde fue alumno de Salieri.
Las necesidades económicas y las recomendaciones de su padre, que era un maestro de escuela, llevaron al futuro músico a seguir durante un tiempo los pasos de su progenitor, pero su vocación musical se impuso y el joven Schubert se dedicó por entero a la composición y a impartir clases, sí, pero de música. Las dotes creadoras se le habían revelado desde sus primeros años de adolescencia y fue, hasta su muerte, un compositor muy prolífico.
Schubert vivía pobremente, su salud era delicada y sólo disfrutaba del placer de las reuniones en los cafés y de los paseos campestres con un grupo de jóvenes cantantes, poetas y aficionados al arte. El grupo era conocido como “los schubertianos”, y sus miembros tenían como característica común la de confiar en el talento y las obras de su inspirado amigo.
Y es que Schubert, con sus obras, influyó muy determinantemente en la formulación de las premisas técnicas y estéticas del romanticismo musical. La delicadeza del sentimiento, el sentido de confesión íntima y la emotividad nostálgica, encontraron en sus obras un modo de expresión idónea para eso que se dio en llamar “la sensibilidad romántica”.
Las condiciones precarias de la vida de Schubert determinaron su muerte prematura a los 31 años de edad. Y eso ocurrió en Viena, hace 179 años, UN DIA COMO HOY.

Premier mundial de la Tercera Sinfonía en Re Mayor, de Chaikovsky

19 de noviembre de 1875

Esta Tercera Sinfonía en RE Mayor es otra de las obras de ese tipo a las que Chaikovsky aplicó un subtítulo, en este caso “Sinfonía Polaca”. Eso se debe al hecho de que, a diferencia de sus predecesoras, la Sinfonía No. 3 carece de elementos populares rusos pues, en un claro interés en acercarse al occidente, Chaikovsky “vistió” su Sinfonía con ritmos y temas procedentes de Polonia, y de ahí el subtítulo de la obra.
En este punto es bueno recordar que Chaikovsky nunca se sintió ligado a la escuela nacionalista rusa de composición, representada por el grupo de “Los cinco”, y que, por el contrario, al compositor le irritaban los recursos técnicos de dicha escuela, en especial lo que él llamaba “asperezas del lenguaje de Mussorgski”. En consecuencia, Chaikovsky prefirió no romper con la tradición sinfónica de los países de Europa occidental, por lo que sus procesos, recursos y color están más vinculados al estilo de un Weber, Wagner o Berlioz. No obstante, eso no significa que Chaikovsky se mostrara reacio a introducir temas o motivos populares rusos en sus obras. Al contrario, los incluyó con frecuencia pero con un tratamiento técnico y sonoro de evidente influencia francesa o germánica.
Pero lo curioso de esta Sinfonía es que, si bien Chaikovsky no suena muy ruso al utilizar los materiales folclóricos de su país natal, tampoco suena muy polaco aunque emplee el aire y el ritmo de la polonesa.
Chaikovsky compuso su Tercera Sinfonía en el verano de 1875, por lo que la obra pertenece al período en el que el compositor creó su Primer Concierto para piano, el ballet El lago de los cisnes, la Fantasía orquestal “Francesca da Rimini” y las Variaciones rococó, para violoncello y orquesta. La obra fue estrenada en Moscú, bajo la dirección de Nicolás Rubinstein, hace 132 años, UN DIA COMO HOY.