Música
Premier mundial del Concierto para oboe y orquesta, de Bohuslav Martinu
16 de septiembre de 1955
Una de las mayores figuras de la música checoslovaca en el pasado siglo veinte, fue la del compositor Bohuslav Martinu. Nacido en 1890, Martinu, quien fue alumno de Joseph Suk en Praga y de Albert Roussel en París, perteneció a esa generación que, en los años veintes del pasado siglo, mostró una profunda transformación y radicalización del lenguaje musical en Europa.
Esas transformaciones, basadas en el empleo expresivo de las disonancias; en el uso de la politonalidad; el retorno a ciertas estructuras barrocas y clásicas y, sobre todo, por un énfasis del ritmo en el contexto musical, fueron encabezadas por las obras del ruso Igor Stravinsky. Y el checo Bohuslav Martinu participó en gran medida de esos principios estéticos.
Y una de las obras más atractivas de Martinu es el Concierto para oboe y orquesta, escrito en Niza, en 1955, a solicitud del oboísta checo Jirri Tanzibudec, quien se lo había comisionado al compositor desde Australia.
La obra presenta una orquestación de factura clásica, a la que se incorpora un piano y una trompeta. Pero, a pesar del novedoso diseño de su material temático y su extraordinaria libertad rítmica, las raíces de este Concierto se encuentran tanto en la apasionada emotividad romántica, como en la transparencia lineal y la elegancia discursiva del clasicismo vienés.
El Concierto para oboe y orquesta, de Bohuslav Martinu, se estrenó en Bratislava, en 1955, UN DIA COMO HOY.
Se inauguró el edificio que actualmente ocupa el Metropolitan Opera House, en la ciudad de Nueva York
16 de septiembre de 1966
Y para los amantes de la ópera, el 16 de septiembre de 1966 es una fecha especialmente significativa. Se trata de la inauguración del edificio que actualmente ocupa el Metropolitan Opera House, en el Lincoln Center de la ciudad de Nueva York, hecho del cual se cumplen hoy 41 años.
Ya desde la década de 1950, Rudolf Bing, quien fungía como director general del Metropolitan, y el Consejo de dirección de esa prestigiosa casa de ópera, comprendieron que la vieja casona de Broadway carecía de la maquinaria y de las instalaciones técnicas que requiere una casa de ópera moderna. El histórico edificio no daba más de sí, y se proyectó la construcción de un nuevo teatro para el Metropolitan. El plan de la nueva construcción se integró al proyecto del nuevo Lincoln Center, que se edificaría en Nueva York con destino a las artes escénicas y musicales.
Bing continuó siendo el director del MET en la nueva instalación pero, en 1972, decidió retirarse después de una regencia de veintidós años. Al retirarse Bing, fue escogido como director del Metropolitan Geran Gentele, pero éste murió a las pocas semanas en un accidente. En ese mismo año de 1972, asumió la dirección musical el checo Rafael Kúbelik, quien renunció en el 74. Al año siguiente fue designado Anthony Bliss, quien entregó la dirección musical a James Levain, una de las más deslumbrantes figuras jóvenes de la dirección orquestal de esos momentos.
El actual edificio del Metropolitan quedó inaugurado con una función de la ópera Antonio y Cleopatra, del compositor norteamericano Samuel Barber. Y eso ocurrió en la ciudad de Nueva York, hace 41 años, UN DIA COMO HOY.