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William Walker

6 de abril de 2021

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W Walker

 

Entre los aventureros más inescrupulosos y de ambiciones más peligrosas que conoció la América Latina del siglo XIX está William Walker, acerca del cual se han filmado hasta películas, una de ellas muy ilustrativa, que lleva por título el apellido del personaje.

Nacido en Norteamérica, en 1824, Walker se educó en Europa; cursó estudios de ciencias naturales en una universidad alemana y a punto estuvo de graduarse de médico en París. De vuelta a su país, descolló en el periodismo. Como a ello unía un espíritu aventurero y audaz, se vinculó a la política en el estado de California.

Entonces, en 1855, tomó camino hacia Nicaragua para participar en las luchas políticas de esa nación centroamericana. Allí su recuerdo es sencillamente funesto y su presencia, de consecuencias desastrosas. Walker se afilió a uno de los bandos en disputa, se adueñó del poder en Nicaragua e impuso la esclavitud de los indios, aunque por suerte fue derrotado al poco tiempo por la acción conjunta de los estados de Centroamérica.

Su presencia en Nicaragua se recuerda  por la extrema crueldad de que dio muestras, por su despotismo y rapacidad. Sin embargo, parece que Walker era individuo sumamente hábil en el trato con determinadas personas, algunas de ellas honestas, a quienes engañó con soberana maestría, pues no era hombre carente de cultura ni de habilidades políticas.

Uno de tales engañados fue el habanero y patriota Domingo Goicuría, cuya pasión por la independencia pudo haberlo llevado a equivocarse con las personas. Goicuría en cierto momento pensó que Walker podía ayudar a la independencia de Cuba, aunque pronto comprendió que el aventurero nada haría y fue de quienes denunciaron la perversidad de los planes de Walker, al servicio de los intereses imperialistas dondequiera estos se hallasen.

A La Habana llegó el 24 de mayo de 1857 y su estancia no dejó de causar inquietud en todos, tanto en los leales servidores de la metrópoli como entre los sectores que aspiraban a la independencia. El visitante arribó en viaje procedente de Nicaragua hacia Nueva York; lo acompañaban 199 oficiales y 118 soldados. Cuenta el historiador Emeterio Santovenia  que se detuvo en La Habana “para conocer la población y hasta para inquietar con su presencia a los servidores del régimen colonial”.

Mas no crea que Walker era individuo que cejara fácilmente en sus propósitos. Pese a ser derrotado, en 1860 insistió en regresar a Centroamérica y así lo hizo. Solo que esta vez la suerte no lo acompañó. Fue capturado y fusilado en Honduras en el propio año de 1860, lo cual puso fin a su carrera de atropellos y rapacidad sin límites.

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