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Violencia de Género (II)

15 de noviembre de 2019

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Es necesario entender que el maltrato es un proceso que consta de varias fases, por lo general inicia con pequeñas actitudes que no parecen tener importancia, un ejemplo son las agresiones verbales o sicológicas que en muchos casos no son tomadas en cuenta.

En una segunda fase la violencia puede llegar a aumentar hasta la agresión física.

Seguidamente es habitual que el maltratador pida disculpas a la víctima, utilizar frases como “no volverá a ocurrir” es muy habitual y la mujer perdona, pero esta etapa de arrepentimiento cada vez va siendo menos frecuente hasta llegar a desparecer.

Existen distintos tipos de violencia de género, algunos ejemplos son:

 

Física: Implica golpes o cualquier forma de agresión que afecte su integridad física.

Sicológica: Cuando se trata de controlar acciones o decisiones a través de humillaciones, manipulación, acoso, empleando palabras como: “no sirves para nada”, o “no sabes nada de eso”, llegando a disminuir la autoestima de forma notable.

Sexual: Cuando se violenta el derecho de la mujer de decidir voluntariamente sobre su vida sexual o reproductiva empleando amenazas o la fuerza, esto incluye la violación, aun cuando ocurra dentro del matrimonio o parejas estables vivan juntos o no.

 

Es bueno aclarar que el abuso emocional o sicológico es, desafortunadamente, capaz de crear desequilibrio de poder en cualquier relación. La mayoría de las veces no es perceptible y es tan perjudicial como la violencia física, en muchos casos implica abuso físico o sexual.

Estos son algunos ejemplos de violencia pero existen muchos más, a menudo me pregunto cuando escucho a una adolescente, joven o mujer de cualquier edad decir “no me visto así porque a mi novio/ esposo no le gusta” o “no me deja usar esto” ¿Y eso no es violentar a alguien, no se están violentando sus gustos, sus deseos? Y sin embargo a muchas mujeres les agrada…

Enseñemos a nuestras hijas a reconocer los distintos tipos de violencia, conversar con ellas sobre el tema es la única manera de acabar o disminuir la violencia de género.

Como comentamos en la página anterior en Cuba existen centros que ayudan a enfrentar la violencia contra la mujer, existen leyes que nos protegen, pero tenemos que aprender a identificar cuando estamos siendo violentadas. Existe abuso o violencia cuando te menosprecian, te controlan o supervisan, te revisan en el móvil los mensajes de texto o los correos electrónicos, cuando tocan tu cuerpo sin tu consentimiento y hasta cuando te prohíben usar alguna prenda de vestir, pensemos en ello.

Si se está en presencia de una situación similar o cualquier otra en las que estemos siendo violentadas, busquemos ayuda, solo así podremos evitar males mayores. Las Casas de Orientación a la Familia creadas por la FMC serían una buena opción.

Digamos NO a la violencia de género

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