Un poco de historia (III)

14 de agosto de 2015

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Hamilé Rozada Bestard

Para continuar por el camino histórico de la música universal, y luego de haberle comentado sobre los juglares de la Baja Edad Media, me remito ahora a los máximos representantes de la Edad Caballeresca: los trovadores, poetas y compositores que, durante los siglos XI, XII y XIII, se extendieron por toda Francia y cuya influencia fue determinante en el nacimiento de la literatura vernácula europea. Entre los más famosos debo mencionar a Adam de la Halle y Bernard de Ventadour.
Estoy segura de que si usted es amante de la historia, habrá oído mencionar dos términos relacionados con la música: minnesänger y meistersinger, pero tal vez desconozca quiénes eran estos hombres, por lo que le ofreceré una información primaria que puede ampliar en diccionarios especializados.
El significado del término minnesänger es: “cantor de amor”, y así fueron denominados en Alemania los trovadores que combinaban elementos populares de este país, con otros de Francia. Este arte, con el tiempo, pasó a manos de los artesanos y comerciantes alemanes, y fue entonces cuando se les llamó meistersinger que quiere decir: “maestro cantor”, y fueron inmortalizados por Wagner en su ópera de 1868 “Los Maestros Cantores de Nüremberg”.
Respecto a los instrumentos musicales de la Edad Media, cuando la división de la música era religiosa y profana (la que no se hacía dentro de los tempos), la iglesia solo aceptaba el órgano, de los cuales había algunos portátiles, para ser llevados en las procesiones y otros de enorme tamaño situados en las catedrales, los cuales necesitaban de muchos ejecutantes. El más famoso fue el de la Abadía de Westminster, construido en el siglo X. Sin embargo, en la música profana la variedad instrumental era considerable, pues utilizaba: flautas, gaitas, arpas, trompetas, laúd, salterio, timbales…
Respecto a la flauta y la gaita eran de origen remoto, aunque no se puede determinar con exactitud su país europeo de origen, a diferencia del arpa y la trompeta que, al igual que el órgano, llegó de la Antigüedad a través de los romanos. Algunos instrumentos medievales fueron heredados de los árabes, como el laúd y el salterio. Los de cuerda, que utilizaban arco, descendían del rebab árabe.
Mi próximo comentario estaré dedicado a la música durante el Renacimiento.