ribbon

Un ejemplo a imitar

7 de marzo de 2014

|

Radamés Giro

Radamés Giro

Cuando no existían los avances tecnológicos de la Era Moderna, científicos, artistas y escritores lograban maravillas debido a su esfuerzo, a pesar de las dificultades y de la carencia de recursos. Así se produjeron descubrimientos, inventos y obras sin precedentes en la historia que han trascendido hasta nuestros días debido a su importancia, como las de Johann Sebastián Bach y Wolfang Amadeus Mozart, por sólo citar dos ejemplos en la música. Sin embargo, hoy día, los creadores pueden detener su trabajo por cualquier obstáculo que aparezca en su camino: carecer de equipos adecuados, no recibir la remuneración que consideran merecer, y tantas otras “dificultades” que justifican su actitud. Pero, felizmente, existen excepciones, y a una de ella voy a referirme en este comentario.
El santiaguero Radamés Giro (investigador, editor y guitarrista acompañante) es un hombre que para leer, necesita utilizar una lupa e, incluso, ha sufrido largos períodos de ausencia total de visión; pero su vida profesional es tan rica y vasta, que parece increíble, pues su dedicación y esfuerzo desmedido le han hecho merecedor de innumerables galardones entre los que cuentan: Premio Nacional de Edición otorgado por el Instituto Cubano del Libro, en 1999; Premio Anual de Investigación Cultural 2002, que otorga el Centro de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello. Y el documental: “Yo soy del son a la salsa”, que fue asesorado por él, mereció el Gran Premio Coral del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, en 1996.
Heredero de una tradición familiar de músicos, donde vale destacar a su abuelo, al trovador santiaguero Ángel Almenares, Radamés Giro estudió guitarra y, durante unos cuantos años, se desempeño como intérprete de ese instrumento en varias agrupaciones musicales de su ciudad natal. Muy joven aún, se trasladó para la capital cubana, donde se graduó de la Escuela de Instructores de Arte en 1964 y, dos años después, asumió la subdirección de la Escuela Nacional de Arte (ENA), cargo que mantuvo hasta 1969, cuando se inició en el camino de su mayor vocación: la edición de libros.
Radamés es fundador de la Editorial Letras Cubanas y de su redacción de arte, para la cual formó especialistas y creó colecciones. Dentro del campo editorial, ha sido promotor de importantes investigaciones sobre música, ballet, artes plásticas y arquitectura nacionales; ha ofrecido cursos, conferencias y ha sido tutor y asesor de múltiples trabajos de investigación, tanto en Cuba como en el exterior; ha colaborado con numerosas publicaciones nacionales e internacionales.
A Radamés Giro no le interesa descansar ni salir de vacaciones, pues su mayor felicidad es el trabajo. Ocho libros; nueve antologías y más de treinta artículos suyos, son prueba de ello; y entre todos, creo que su “Diccionario Enciclopédico de la Música en Cuba”, en cuatro tomos, es un enorme aporte a la cultura cubana, razón por la cual fue premiado –como mencioné más arriba- por el Centro Juan Marinello, en el año 2002.
Desde 1998 se desempeña como asesor de musicólogos norteamericanos en proyectos de la Smithsonian Fundation, en coordinación con la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC). Ha integrado el Comité de Selección y Jurado del Premio CUBADISCO, y fue miembro del jurado del XII Concurso y Festival Internacional de Guitarra de La Habana.
En la actualidad se desempeña como editor principal del Museo de la Música Cubana, mientras continúa investigando y escribiendo.
Espero que cuando usted lea este comentario, quede convencido de que Radamés Giro es un ejemplo a imitar.

Galería de Imágenes

Comentarios