Tongolele

6 de septiembre de 2017

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Leonardo Depestre Catony

 

 

A finales de la década del 40 y durante toda la del 50 del siglo XX paseó su escultural figura, en minúsculo traje de dos piezas, por los escenarios teatrales, cabarets, filmes y fotografías de revistas, una artista que pese a su físico nada estadounidense, había nacido en Spokane, estado de Washington, Norteamérica, en enero de 1932 y QUE respondía al nombre artístico de Tongolele, también denominada la Reina de las danzas tahitianas, una de las mujeres más inquietantes de su época.

Tongolele se llama realmente Yolanda Yvonne Montes Farrington y ha sido una de las bailarinas exóticas más celebres de México y de Hispanoamérica, con una larga carrera que la dio a conocer a todos los públicos, en especial al masculino, que abarrotaba los escenarios.

Sus evoluciones danzarias, la sensualidad de la artista, el mechón de cabello blanco a la altura de la frente, los movimientos felinos y el toque exótico que imprimía a sus actuaciones, le abrieron las puertas del gran espectáculo.

Debutó en el cine mexicano en 1947 –tenía 15 años– en la cinta Nocturno de amor, en momentos en que por el escenario azteca se paseaban varias divas igualmente atractivas –bailarinas y actrices– como la cubana Ninón Sevilla, María Antonieta Pons, la también cubana Rosita Fornés y otras rumberas. Dentro de aquel panorama Tongolele conquistó para sí el calificativo de símbolo sexual y despertó las críticas de la Liga de la Decencia de México, de las esferas eclesiales y otras instituciones que objetaban la sensualidad de su baile, aunque también contó con el apoyo de intelectuales y personalidades que le dieron su espaldarazo.

En Cuba se presentó en 1951, en el cabaret Tropicana de La Habana, y causó sensación, pese a que solo pocos meses antes había dado a luz. Tuvo detractores, como en todas partes, pero su fotografía en bikini decoró las revistas de la farándula y también las destinadas al público en general. Nací para bailar, una expresión muy suya, la hizo realidad y dejó una huella nítida en cuantos la admiraron desde entonces y la siguieron admirando a través de las películas y nuevas imágenes que de ella continuaban llegando.

Es en México donde la bailarina y cantante desarrolló la mayor parte de su carrera, pero también se presentó y fue aplaudida en Europa.