Sostenibilidad y rehabilitación. Aspectos teóricos

27 de noviembre de 2015

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Martha Oneida Pérez Cortés

 

 

La rehabilitación del patrimonio histórico-cultural del Centro Histórico La Habana Vieja se ha desarrollado desde la década del setenta hasta el presente. Este proceso se modificó en la década del noventa con la aprobación del Decreto Ley 143 que el otorgópotestades a la Oficina del Historiador para generar ella mismo los recursos para invertir en la restauración. De esta forma esta institución pasó de ser financiada por el Estado ser autofinanciada.
Para poner en funcionamiento esta nueva forma de manejar y gestionar el Centro Histórico La Oficina del Historiador se dedicó a crear toda la infraestructura necesaria. Por ello se pusieron en funcionamiento hostales (Valencia), hoteles (Ambos Mundos, Conde Villanueva, Saratoga), restaurantes (La Dominica, Telégrafo, Café Taberna), cafeterías (La Dichosa, Terrazas de Prado, El Jardín del Oriente) y bares. Así como inmobiliarias y se creó la Agencia de Viajes San Cristóbal.
Cuando las condiciones estuvieron creadas la Oficina del Historiador comenzó a poner en funcionamiento proyectos que servirían para el beneficio de los residentes en el territorio. Entre ellos, tenemos el programa del aula en el museo, los programas destinados a las viviendas sociales (construcción de nuevas viviendas fuera y dentro del territorio, las Viviendas de tránsito, las Residencias Protegidas para la Tercera edad, las acciones de emergencia), la creación de salas de concierto, el programa de atención al adolescente, Rutas y Andares y otros.
De esta manera la existencia de estos programas contribuyeron a que los residentes pudieran disfrutar de ambientes con mejores condiciones físicas, ambientales y estéticas, pudieran atenuar las dificultades habitacionales que presentaban, pudieran acercarse, conocer y disfrutar de diversos elementos del patrimonio presente en el territorio. De manera indirecta potenciaba los elementos de identidad y su autoestima como residente en La Habana Vieja.
Toda esta atención a las necesidades de la población puede insertarse en el concepto de sostenibilidad social. Con ello se hace referencia a las acciones sociales que a través de la participación ciudadana, se dirigen a la solución de problemas sociales y al logro de la equidad, a través de un amplio acceso a una diversidad de servicios culturales, programas de atención a grupos vulnerables; generación de gran cantidad de puestos de trabajo, directamente relacionados con el proceso de recuperación de los centros históricos y priorización de los residentes en el territorio. Presenta un vínculo estrecho con la sostenibilidad económica y sus resultados deben perdurar en el tiempo.
Esta visión se inserta en los objetivos de la UNESCO de establecer los indicadores necesarios para medir.

La sostenibilidad social, está íntimamente relacionada con los actores sociales y su implementación indisolublemente vinculada a procesos tan importantes y complejos como son la gestión y la distribución de los recursos y la riqueza en función de buscar equidad para aumentar la igualdad y la justicia social.