ribbon

Sobre la Ternura

18 de abril de 2014

|

El término ternura se utiliza con bastante frecuencia, pero no tanto así en la cotidianidad o en la práctica de la misma, incluso aún entre aquellas personas que han conformado una pareja, o aquellos familiares cercanos que establecen relaciones afectivas a partir de las sanguíneas, o  cuando se producen entre amigos, vecinos, compañeros de trabajo, de estudio, o de grupo de pertenencia, en fin, en cualquier relación interpersonal que cuando es cierta, sin mediar intereses que no sea la propia afectividad, la ternura puede estar ocupando un espacio importante en ese intercambio entre dos o más personas.

mari
El concepto de Ternura se centraliza en el cariño, el amor, el afecto o la amabilidad que una persona expresa y demuestra por determinadas cosas o por alguien sin mediar intereses, es algo que se brinda y se recibe inconcientemente, que brota y se expresa por una necesidad de dar o de recibir esas manifestaciones, por parte de aquellos seres más queridos como son los padres, los hermanos, los hijos, los abuelos, las mascotas y los amigos que se erigen como los mas frecuentes destinatarios y objetos de nuestras ternuras.
Gracias a la ternura cada individuo podrá dar lo mejor de sí mismo aunque únicamente la retribución de ello sea ver sonreír a aquel que se ama. Por tanto, la misma resulta ser fundamental a la hora de construir una relación basada en el amor, la confianza y el respeto.
No es menos cierto que hay ocasiones que las personas pueden mostrar ternuras y no percatarse que la están dando, como también puede que la estén recibiendo y no ser percibida por el receptor. ¿Y es que la ternura  no es apreciable, es difícil reconocerla lo mismo cuando se da que cuando se recibe? No lo creo, talvez es que en ocasiones hay cierta tendencia por una parte a confundirla con otras expresiones afectivas y sentimentales, y por otra, que debido a una serie de conceptos y tabúes tradicionales, se observa como algo no tan pecaminoso, pero si ridículo su práctica, limitándose solamente con frecuencia a la relación madre – hijo, y en ocasiones dándole un carácter de genero.
No es un secreto, y muy bien probado está, que los seres humanos, precisamente por su condición de seres humanos, tenemos la imperiosa, y digo, imperiosa necesidad de dar y recibir amor, porqué de no movernos sobre la base del amor, la vida se nos puede tornar muy distante a lo que en realidad merecemos y debe ser. Definitivamente, la vida se oscurece cuando no hay amor, e igualmente suceden con las relaciones interpersonales, sanguíneas o no, cuando se pierde el amor, provocado, precisamente, por que se hace ausente la afectividad y se pierden o se convierten en relaciones que facilitan comportamientos generadores de violencia, no solo física sino psicológica y social, perdiéndose la esencia del ser humano, la de las relaciones sociales.
Para brindar ternura, para llevarla a la práctica es muy sencillo, no requiere de grandes conocimientos y cualidades, es simple y sencillamente dar y recibir de forma espontánea y desinteresada el amor, y sobre todo, darlo y recibirlo sin sentirnos avergonzados de ello.
Hablaba de no avergonzarse, porqué social y tradicionalmente se manejan algunos criterios negativos con relación a la ternura, los machistas que los hombres no son tiernos, que eso es de gente flojita, el hombre es fuerte y no puede ser tierno. La ternura no es amanerada ni trivial y nunca tendrá ni la mas minima relación o dualidad con la agresividad, la fortaleza física, sino, mas bien con la fortaleza espiritual, por ello, vivir la ternura no significa ser débil, manejable, sino generoso y acogedor.
La ternura no se riñe con la energía espiritual ni mucho menos con la física. Puede encontrarse con personas físicamente muy fuertes, corpulentos, hombres de una masculinidad sin limites, heterosexuales por demás y ser mucho más tiernos que uno endeblucho, amanerado u homosexual. La práctica de la ternura no tiene que ver nada con las preferencias sexuales, ni mucho menos con el aspecto físico de los seres humanos, como tampoco es un comportamiento o una forma de expresión sentimental exclusiva de la mujer.
Encontramos con frecuencia algunos criterios sobre la ternura, que aseveran que ser tierno hoy en día es de tontos y tontas, que tanto romanticismo no está de moda. En realidad los valores, los comportamientos honestos, las buenas acciones nunca pasan de moda, siempre han de estar vigentes en nuestro vivir cada día y la ternura no constituye una excepción, esa ternura que definitivamente se conjuga con voz activa y con voz pasiva. No sólo hay que darla sino recibirla con espontaneidad y alegría.
Por último, algo que no debe olvidar: “No confunda nunca la sexualidad con la ternura, aunque una buena dosis de ternura en una relación sexual es determinante, no podría comprenderse la verdadera sexualidad sin ternura. Dar, expresar, acoger y recibir ternura es siempre muestra evidente de madurez.
La ternura debe expresarse con naturalidad y en cualquier circunstancia o situación de la vida, pero sobre, todo en los momentos tensos y difíciles. La ternura no es exclusiva de la relación madre hijo. La familia, los hermanos y compañeros agradecen también estos sentimientos, que no se heredan genéticamente, sino que se adquieren a través de la denominada herencia social, es decir, a ser tierno, se aprende cada día con amor. Nunca es tarde para empezar a practicarlo.

Galería de Imágenes

Comentarios