ribbon

Se descubre una nueva planta “carnívora” que se alimenta de vertebrados

31 de octubre de 2014

|

2014-10-28 12-05-35_16Se conoce que existen más de 600 especies de un grupo de plantas “carnívoras” del género Nepenthes, que habitan principalmente en las regiones tropicales del Viejo Mundo. Se extienden desde el sur de China, por Indonesia, Malasia y Filipinas. Hacia el este hasta Madagascar y Seychelles. Hacia el sur hasta Australia y Nueva Caledonia y hacia el norte en la India y Sri Lanka.
La mayor diversidad de estas plantas se encuentra en Borneo y Sumatra, con gran número de especies endémicas.
La mayoría, son plantas de zonas bajas de clima húmedo y cálido y   también clima de montaña.
La gente las ha bautizado con el nombre de “copas de monos”, porque han observado a los monos bebiendo el agua de lluvia que se acumula el interior de ellas, gracias a la forma de copa de sus grandes flores.
La realidad es que la mayoría de ellas son plantas cazadoras, más bien “insectívoras”. Ellas atraen, atrapan y digieren a su presa; por tanto, no dependen de que en la tierra donde crecen, haya minerales  como nitrógeno, fósforo y calcio en gran cantidad, pues los obtienen de los animales que “ingieren”.
Variedades. Las plantas carnívoras, son muy variadas y cuentan con distintos mecanismos para atrapar a sus presas. Por ejemplo: a) Superficies pegajosas donde el insecto puede quedar atrapado. b) Estructuras que a manera de pinzas, se cierran automáticamente cuando la presa se posa en ellas, es el caso de la “Venus atrapamoscas”, la más conocida de todas. c) Estructuras tubulares   que impiden la salida de los insectos cuando estos caen en su interior.

El hallazgo de esta nueva planta carnívora, se realizó durante una expedición de botánicos a las tierras altas del centro de Filipinas. La particularidad de esta nueva especie consiste en ser uno de los vegetales más grandes del mundo, con flores que miden 2,5 m. Se le ha nombrado Nepenthes attenboroughii . La flor es como un cántaro y es una de las más grandes de todas las especies carnívoras. Es como una gran trampa, que además de atrapar insectos, también puede capturar vertebrados como lagartijas, musarañas  y ranas y también roedores como ratas y ratones.
La primera vez que se supo de la existencia de estas enormes especies de plantas carnívoras, fue en el año 2 000 cuando dos misioneros cristianos que visitaron la zona dijeron haber visto a las gigantescas  plantas.
Pero, no fue hasta el año 2007, que una expedición intento escalar el Monte Victoria, una región raramente visitada en el centro de Filipinas, para encontrar dicha planta. Los investigadores, hallaron también muchos ejemplares de otra planta carnívora que ya  era  conocida, llamada Nepenthes philippinensis  y también helechos rosados y hongos azules que aún están por identificar.
Cuentan los expedicionarios, que cuando alcanzaron unos 1 600m sobre el nivel del mar, es que lograron ver las grandísimas plantas carnívoras y enseguida apreciaron que se trataba de algo nuevo.
2014-10-28 12-06-02_16Durante la expedición, los botánicos también encontraron otra especie insectívora Nepenthes deaniana, que hacía más de 100 años que no había sido vista en vida silvestre.
La descripción formal de N. attenboroughii fue publicada en febrero de 2009, en el Diario Botánico de la Sociedad Linneana . En mayo de 2010, el Instituto Internacional de Exploración de Especies de la Universidad Estatal de Arizona la seleccionó entre las diez principales especies nuevas descritas en 2009.  Posteriormente, en 2010, se incluyó entre las 100 especies más amenazadas del mundo, según la lista elaborada por la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN en colaboración con la Sociedad Zoológica de Londres.
Protección. Nepenthes attenboroughii está evaluada En Peligro Crítico, por la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN), debido a su distribución restringida y la amenaza planteada por los cazadores furtivos de plantas. A pesar de su “nefasta reputación”, son plantas muy vulnerables, además, no crecen en grandes números, por lo que los investigadores esperan que su ubicación montañosa y remota, a la que sólo se ha llegado en raras ocasiones, ayude a evitar su robo y destrucción. Los científicos no han querido revelar su ubicación exacta, por temor a que  alguien acabe con ellas.

 
Recordemos que…”la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla

Galería de Imágenes

Comentarios