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Sarita Montiel: Heroína Castiza de radionovelas cubanas filmadas I

25 de junio de 2013

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Aunque había aparecido ya en cuatro películas, fue su intervención como la mora Aldara en Locura de amor (1948), de Juan de Orduña, la que dio a conocer al espectador cubano el nombre de Sara Montiel. Contribuyeron a esa popularidad capaz de otorgarle el que la llamaran familiarmente Sarita, los estrenos posteriores de Pequeñeces (1950), del mismo director, y El capitán Veneno (1950), de Luis Marquina. Pronto se sumarían los de sus primeras películas rodadas al año siguiente en el cine mexicano: Necesito dinero, de Miguel Zacarías; Cárcel de mujeres, realizada por Miguel M. Delgado, y el díptico integrado por Ahí viene Martín Corona y El enamorado (Vuelve Martín Corona), en el cual Zacarías la dirigió en un personaje creado especialmente para ella junto a ese ídolo de multitudes que fuera Pedro Infante. Una película tras otra, terminaron por situar a la Montiel como un valor seguro para la taquilla.
La canción «Piel canela», de Bobby Capó, que interpreta el comediante mexicano Germán Valdés, Tin Tan, en una secuencia de El mariachi desconocido o Tin Tan en La Habana (1953), dirigida por Gilberto Martínez Solares, fue repetida en la voz de Pedro Vargas en la producción de la compañía Cinematográfica Mexicana, S.A., que utilizó su título. La dirección era de Juan J. Ortega, autor además de la adaptación y el guión técnico sobre el argumento escrito por Mane Sierra situado íntegramente en La Habana, aunque sin la menor modificación podría haberse desarrollado en México.
En Piel canela, filmada desde el 6 de abril de 1953 en los estudios Azteca con locaciones en La Habana, la cantante Marucha (Sara Montiel), que tiene medio rostro desfigurado, es amante de un cínico hampón (Ramón Gay), quien la utiliza como chofer en el asalto a una joyería. Mientras asiste junto a la enfermera que lo ama a una actuación de la cantante, Carlos (Manolo Fábregas), famoso cirujano plástico, al descubrir el secreto de la mitad de la cara tapada con el pelo, decide operar a la muchacha. Carlos no demorará enamorarse de ella, deseosa solo de cumplir sus planes de venganza.
La participación cubana en esta producción se limitó a la producción ejecutiva de Ramón Peón y las intervenciones musicales de Rosita Fornés, que canta «Sinceridad», del pianista y compositor manzanillero Julio Gutiérrez (1912-1990), acompañado por su orquesta, Olga Chaviano y una producción de Rodney con la dirección coreográfica de Héctor del Villar, y Rafael Andrés Ortega al frente de su orquesta, además de la interpretación por la Montiel de «Agua ta caé», compuesta por Alejandro Mustelier. Entre los exteriores filmados en la capital cubana por el fotógrafo Max Liszt, generalmente sin los intérpretes protagónicos, figuraron el cabaret Sans Souci en La Lisa y la entrada del Montmartre. El crédito final subraya: «Es una película mexicana».
El rodaje en Cuba de Piel canela (1953), según la Montiel inspirada en un personaje real, la convirtió en una figura muy popular para los cinéfilos cubanos, que seguían con atención su carrera ascendente en esa cinematografía tan presente en las pantallas del país. Un mes antes del estreno de Se necesitan modelos, de Chano Urueta, Sarita Montiel viajó a Cuba para la filmación de Frente al pecado de ayer y Yo no creo en los hombres, adaptadas y realizadas por Juan J. Ortega para su Compañía Cinematográfica Mexicana.  (Continuará)

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