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Santiago Ramón y Cajal

10 de julio de 2019

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El joven Santiago Ramón y Cajal contaba 21 años y era ya Licenciado en Medicina cuando formó parte del Cuerpo de Sanidad del Ejército Español, siendo incorporado a las tropas destinadas a luchar contra las fuerzas mambisas.

Con el grado de capitán médico llegó Ramón y Cajal a La Habana a mediados de 1874, en el buque España, procedente de Cádiz. Portaba en sus bolsillos varias cartas de recomendación que el padre le dio para entregar ante las autoridades coloniales, y que el joven rehusó utilizar.

Entonces se le embarcó hacia Nuevitas, en la costa nororiental de Cuba, desde donde se le trasladó a la enfermería de campaña de un punto perdido de la geografía cubana, en plena manigua.

El panorama que el joven médico encontró fue desolador: hombres consumidos por las fiebres, hostigados por los independentistas, el paludismo y la viruela. Pero también la salud de Ramón y Cajal se resintió, al punto que hubo de concedérsele una licencia de seis semanas para su recuperación en la ciudad de Puerto Príncipe, hoy Camagüey. Después de transcurrido ese lapso, se le envió a otro hospital de campaña, de condiciones igualmente inhóspitas. Años después, el médico comentaría acerca de lo que vio entre la oficialidad española:

“… Fumando de lo más caro, y bebiendo ginebra y ron a todo pasto, no era extraño que muchos jefes y oficiales decayeran física y moralmente.”

Pero Ramón y Cajal tuvo una segunda recaída de salud, que se le diagnosticó como caquexia palúdica grave y puso en peligro su vida, obligando a las autoridades a su licenciamiento definitivo.

De vuelta en España, llegó al puerto de Santander el 16 de junio de 1875, poniendo término a su peligrosa aventura en Cuba. En adelante Santiago Ramón y Cajal se dedicó al estudio de su profesión, se doctoró y dirigió el Museo de Anatomía de la Universidad de Zaragoza, al par que impartía la docencia y experimentaba.

Son importantes sus aportes en el campo de la histología, estudió la célula y los tejidos vivos, presentó conclusiones acerca de las primeras mutaciones de las neuronas, analizó las células del cerebro humano y la genética de las fibras nerviosas.

En 1906 se le confirió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina, compartido con el patólogo italiano Camilo Golgi. Santiago Ramón y Cajal, vivió 82 años. Murió en 1934, pero pudo haber muerto mucho antes en Cuba, como tantos compatriotas suyos, en una guerra colonial e injusta. Por fortuna sobrevivió y sus trabajos fueron de utilidad para la Medicina y la humanidad.

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