Salvar al elefante
26 de marzo de 2021
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“Los elefantes son unos verdaderos ingenieros de los ecosistemas, desempeñan un papel clave en los hábitats donde viven y ayudan a mantener el equilibrio de la biodiversidad en los ecosistemas que comparten con otras especies. Y aunque los elefantes son originarios de África y Asia, tienen un importante significado cultural y simbólico en todo el mundo”.
¿Sabía usted que cada 15 minutos un elefante es asesinado para vender sus colmillos de marfil?
Esto supone la muerte de más de 20.000 ejemplares al año víctimas de los furtivos, debido a la llamada “fiebre del marfil”. Se comete un crimen inmenso, contra un animal noble, increíble y el mayor terrestre viviente, que podría desaparecer para siempre sino reaccionamos a tiempo.
El marfil de sus colmillos se ha convertido en símbolo de lujo y poder en los países asiáticos, y las mafias que controlan su venta ilegal actúan como una poderosa red criminal que contribuye a financiar a guerrillas paramilitares o grupos terroristas.
No sólo trafican con sus colmillos, también venden su piel y carne de forma clandestina para su consumo o para elaborar medicinas con supuestos poderes curativos.
El comercio internacional de marfil fue prohibido en 1989 pero la demanda asiática alimenta un poderoso mercado negro. Hace cuatro años China se comprometió a prohibir su comercio interno. Es un gran logro, pero aún quedan muchos mercados ilegales por cerrar y mucho por hacer.
El elefante es poderoso y longevo, puede llegar a vivir hasta 60 años en libertad; pero, a pesar de su gran tamaño y fortaleza, la codicia de los furtivos lo ha convertido en un ser muy frágil sobre el que pesa una rápida sentencia de muerte.
Hace décadas los cazadores buscaban y mataban a los adultos más grandes, pues eran los que portaban las mayores defensas, pero como ya escasean o han desaparecido, ahora matan todo lo que encuentran sin importarles la edad.
Los furtivos provocan auténticas masacres y así, en los últimos años, el 90% de los elefantes de la reserva de Selous (Tanzania) han sido asesinados a manos de los furtivos
Además del tráfico de sus colmillos, la destrucción de su hábitat (por la expansión de la agricultura, la ganadería y la deforestación) constituye una de sus mayores amenazas.
Proteger las sabanas y las selvas; hogar del elefante, es fundamental.
La creación de reservas, corredores ecológicos y restaurando sus hábitats perdidos, identificarlos con collares GPS para conocer sus necesidades y vigilar sus movimientos para protegerlos de los furtivos, fomentar el ecoturismo y el diálogo con la población local para minimizar los conflictos de los agricultores con los paquidermos, promover la prohibición del consumo nacional en los mercados de destino, son muchas de las acciones que se están llevando a cabo por algunas organizaciones protectoras de animales como la WWF, con la participación de muchos gobiernos y otras entidades.
Los elefantes son únicos, están en peligro y nos necesita, ahora. o quiero que mis bisnietos o tataranietos conozcan por fotos al que en su tiempo fue el más fuerte y aventajado de todos los mamíferos terrestres.
Recordemos que… “la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que ella perdure: respetarla y servirla.
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