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Roberto Gottardi

26 de abril de 2018

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Roberto Gottardi nació en Venecia, Italia, pero encontró su realización en Cuba. La Escuela Nacional de Arte de Cubanacán, hoy Facultad de Artes Escénicas de la Universidad de las Artes, una de las obras más importantes de la arquitectura cubana de la segunda mitad del siglo XX, fue concebida por él, junto al cubano Ricardo Porro y el también italiano Vittorio Garatti. No obstante, no es esta la única edificación, o mejor dicho, conjunto de edificaciones, donde queda su impronta.

De Roberto Gottardi encontramos además, el proyecto escenográfico para el Segundo Festival Internacional de la Canción Popular, en Varadero, 1970; el anteproyecto de edificio multifamiliar en Prado y Ánimas, de 1987; el stand de exposiciones para Cubalse, en Pabexpo, del Reparto Siboney, en La Habana; la escenografía para las coreografías Dédalo y Girón, de Danza Contemporánea de Cuba, entre otros trabajos.

Para Gottardi, y es importante escuchar esta declaración de principios de tan importante arquitecto,

“La arquitectura tiene que ser poesía. La poesía uno la juzga en base a las emociones que te da y si se rompe con todas las normas de la lengua y la sintaxis no importa. La arquitectura muchas veces es juzgada por sus cometidos prácticos y la arquitectura tiene que crear emociones y hacer vibrar a la gente”.

Gottardi nació en 1927 y se graduó en el Instituto Superior de Arquitectura de Venecia. Realizó trabajos en Milán y en Venezuela. A Cuba llegó en diciembre de 1960, procedente de este último país, atraído por las transformaciones propuestas a partir del triunfo de la Revolución.

No es de extrañar que así fuera, él mismo lo confirmaría con estas palabras. Escuchemos:

La confrontación y la interrelación de diferentes códigos me han enriquecido y me han ayudado a entender mejor los fenómenos propios de la arquitectura. Realicé incursiones, más que dedicaciones, en otras esferas de la creatividad, aunque me hubiera gustado expresarme con otros medios que no fueran los específicos de la arquitectura. Nunca establecí límites entre las artes, y la vida me ha dado la razón. En esta época hay una contaminación de códigos que enriquece extraordinariamente cada expresión artística.

Dotado de una cultura profunda, conversador juicioso, trabajador poco dado a la rutina empobrecedora, a Roberto Gottardi se le confirió el Premio Nacional de Arquitectura de Cuba y además el Premio Vittorio de Sica, en Italia No puede olvidarse su trabajo como profesor en la Facultad de Arquitectura del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverría.

En Cuba hizo familia y al país entregó su talento.

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