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Ricardo Leyva

13 de junio de 2018

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Contagiosa, alegre y bulliciosa, la conga es una expresión musical de gran arraigo popular en toda Cuba, particularmente en la oriental ciudad de Santiago. El carnaval santiaguero deviene frenética celebración que tiene, entre sus principales atributos, las comparsas animadas por esta manifestación componente del complejo de la rumba.

El destacado músico y compositor santiaguero Ricardo Leyva – Director de la afamada agrupación Sur Caribe – posee el mérito de haber vestido a la conga con sonoridades sinfónicas.

Con el autor de la trascendental pieza “Añoranza por la conga”, conversé ampliamente ante los micrófonos de Habana Radio.

“Soy santiaguero ciento por ciento, desde que nací y hasta el último aliento”.

 

Y en la familia, Ricardo, ¿había músicos?

Te explico. Mi madre quería que yo fuera médico. Ella había estudiado corte y costura, y bordaba muy bonito. Soñaba con que yo fuera médico para verme elegante con la bata blanca y una inscripción en el pecho que dijera “Doctor Leyva”. Imagínate tú. Yo no tenía vocación por la medicina, una profesión que respeto y admiro muchísimo. Creo que junto al arte es una de las profesiones fundamentales del mundo. Tiene que haber salud para que haya alegría. ¿No crees? Mis abuelos, con quienes me crié, no querían que fuera músico. Negro, feo, pobre y pianista no sonaba bien para la manera de pensar de mi familia. Gracias a mis tías, integrantes del Coro Madrigalista de Santiago de Cuba y también a los Hierrezuelo, que iban a mi casa a dar serenatas, los reacios empezaron a comprender que yo sería, irremediablemente, músico. Un día, mi abuelo me dijo solemnemente: “Yo quiero que usted traiga un título a esta casa”. Y así fue. Vine para La Habana y matriculé Eléctrica Naval. Me gradué, fui para Santiago y les entregué el título. Entonces, cumplida la encomienda, me dije que en lo adelante sería músico profesional. Por cierto, durante mi Servicio Social, tras graduarme, estuve en la Academia Naval, y allí integré la Banda de Música. A eso le agrego haber ingresado en un conservatorio especial que existía entonces. Me creí que era músico y empecé a componer y a dirigir agrupaciones.

 

 

¿Era la conga su expresión favorita a la hora de componer?

Siempre he tenido un pensamiento universal en este sentido. Soy fanático de Los Beatles. Entendí tempranamente que había algo novedoso y eterno en la música que hacían aquellos británicos. Estoy muy influenciado por la labor musical del legendario Juan Formell y Los Van Van. La conga para mí en ese momento era algo propio de la vida cotidiana. Las congas estaban presentes habitualmente en mi entorno. Después comprendería que constituían una joya preciosa del patrimonio musical cubano.

 

 

Leyva, después de los estudios en La Habana, ¿regresa a Santiago con la ilusión de conducir su vida, definitivamente, por el terreno de la música?

Sin dudas. Una vez que me siento apto, hace ya tres décadas, un amigo me enrola en la plantilla de Sur Caribe, que entonces se denominaba Conjunto Renovación.”

 

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Se impone entonces por conocer sobre “Añoranza por la conga”, ese experimento sinfónico que tanta popularidad alcanzó en Cuba,

Es muy doloroso que muchos especialistas no concedan a la conga el sitial que ella merece. Durante mucho tiempo fue considerada un divertimento de carnaval y nada más. Fue subvalorada, como sucedió con la rumba, el guaguancó y otras expresiones populares. No se dan cuenta de que lo más auténtico y clásico de la música universal nació en el pueblo. Y entonces se me ocurrió saludar el aniversario 490 de la fundación de la villa de Santiago de Cuba con una conga diferente. Quería llevarla a su máxima expresión y sabía que podía hacerlo. Sur Caribe era una orquesta convencional con 16 músicos, y decidí invitar a numerosos músicos de la Sinfónica y de otras agrupaciones. No tenía una referencia anterior. Sin embargo, a la semana de grabada, esta obra se había convertido en un suceso nacional. Hoy ya no me pertenece, es una pieza musical de todo el pueblo de Cuba. Y en el mundo entero se ha bailado con esta pieza.

 

 

¿Cuál es el secreto del sello conquistado por Sur Caribe en el ámbito de la música popular bailable en Cuba?

Creo que lo más importante es la autenticidad, ser uno mismo y responder al gusto y al reclamo del pueblo. Lo relevante no es ser el mejor, sino – por sobre todas las cosas – ofrecer una propuesta diferente. Ese es el secreto de Sur Caribe.

 

 

Le sugiero que, si no la ha escuchado, localice un disco de Sur Caribe y disfrute su “Añoranza por la conga”. Comprobará que es algo alegre, contagioso y, sobre todo, expresión sublime de lo mejor de la música cubana.

 

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