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Resiliencia

20 de noviembre de 2019

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resiliencia (Medium)

 

Últimamente hemos escuchado mucho la palabra Resiliencia en la prensa y los medios; pero, ¿sabemos qué significa?

La Real Academia de la Lengua Española define Resiliencia como –y cito– la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas, pero desde la sicología se puede decir además, la capacidad de pasar por situaciones traumáticas y salir fortalecidos de ellas.

 

Algunas características de personas resilientes:

Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El auto conocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.

Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.

Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.

Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas con un alto nivel de resiliencia son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿Qué puedo aprender yo de esto.

 

Muchos estudios demuestran que el apoyo emocional es uno de los factores más importantes que intervienen a la hora del desarrollo de la resiliencia. El tener cerca de nosotros a personas que nos proporcionan cariño, apoyo y confianza puede hacernos mucho más resilientes.

Otros factores asociados son:

– Una visión positiva de nosotros mismos, confiando en nuestras fortalezas y debilidades.

– Habilidades en la comunicación y solución de problemas. Ver los problemas como retos a superar y no como posibles amenazas.

–Capacidad para hacer planes realistas, así como un buen manejo destreza sobre los sentimientos e impulsos fuertes. (Capacidad de auto control).

 

La resiliencia no es genética, se aprende a ser resilientes. ¿Cómo se puede desarrollar la resilencia?

Como hemos dicho anteriormente, la resiliencia no es algo que tengamos algunos y otros no, sino que son una serie de habilidades y actitudes que podemos llegar a desarrollar. ¿Cómo? A continuación, os indicamos algunos consejos para ello:

Establecer relaciones. Ya hemos mencionado que el apoyo emocional es uno de los factores más importantes que nos ayudarán a que seamos más resilientes. Tener buenas relaciones con los demás, aceptando la ayuda y el apoyo que nos ofrecen así como ayudar a otros que lo necesitan, fortalece nuestra resiliencia.

Pensamiento realista, pensamiento constructivo. No podemos evitar que ocurran eventos amenazantes, o que produzcan mucha tensión, pero sí podemos cambiar nuestra manera de interpretarlos y reaccionar ante ellos. Ver los problemas como retos a superar, desde una perspectiva amplia, pensando que tenemos la capacidad suficiente de afrontarlos y encontrar posibles soluciones.

Aceptar la realidad, aceptar que el cambio es parte de la vida.
Confía en ti mismo. No podemos saber lo que podemos hacer hasta que no lo intentemos, incluso nos sorprenderemos a veces, de todo lo que podemos lograr nosotros mismo.

Desarrolla metas y objetivos, y actúa.

-Busca oportunidades para descubrirte a ti mismo. Muchas veces tras superar un acontecimiento estresante o una adversidad, experimentas un crecimiento personal. Aprendemos algo nuevo sobre nosotros mismos.

Hay muchas otras formas para desarrollar nuestra capacidad de resiliencia, solo tenemos que identificar aquellas actividades que nos permitan construir nuestra estrategia personal para desarrollarla.

Si aprendemos a ser resilientes podremos enfrentar mejor las distintas dificultades que enfrentamos en la vida, por ejemplo una situación familiar, una enfermedad etc.

Educar a nuestros hijos para que sean resilientes es formarlos para que sepan enfrentarse a los problemas cotidianos de la vida, es enseñarlos a que la vida es caerse y saber levantarse con optimismo, sacudirse el polvo y volver a emprender el camino.

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