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Residencias protegidas en La Habana Vieja

25 de noviembre de 2016

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Residencia de Cuba y Muralla

 

En el programa de viviendas de la Oficina del Historiador sobresale la experiencia del Sistema de residencias protegidas para adultos mayores, una alternativa de excelencia y de gran impacto social, que se suma a los programas nacionales dirigidos a la atención de este importante y creciente sector poblacional.

Así comienza el artículo dedicado a las residencias protegidas para la tercera edad del libro Patrimonio y ciudadanía. Experiencias de participación en La Habana Vieja”, producido por el Plan Maestro de la Oficina del Historiador.

La iniciativa de las residencias protegidas tiene como objetivo principal mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, especialmente la de aquellos con problemas sociales, al tiempo que se respeta “su voluntariedad e individualidad, apoyándolos con actividades e incorporándolos a una vida social activa desde el punto de vista sociocultural y humano”.

Entre las funciones de las residencias se encuentran satisfacer las necesidades habitacionales, de confort y calidad de vida de los residentes, brindarles cuidados prolongados, con seguridad y protección, y apoyo para lograr el máximo nivel posible de su autonomía. Igualmente  asegurar el acceso a actividades de rehabilitación, recreativas y/o comunitarias y de participación social, e incorporar en el quehacer de la residencia a actores y organizaciones de la comunidad donde ésta se encuentra, apoyar acciones de sensibilización en el barrio y promover estilos de convivencia saludable al interior de la residencia y fuera de ella.

Las residencias protegidas son socio cultural y ambientalmente sostenibles, a partir de la terapia ocupacional que realizan los adultos mayores con la participación de profesores y colaboradores de entidades de cultura, deporte, educación y de otros organismos. Y basan su mantenimiento a partir de recursos económicos que proceden de la Oficina del Historiador a través de la Oficina de Asuntos Humanitarios, cuya sede es el antiguo convento de Belén.

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