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Renovación Musical

16 de agosto de 2013

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El término renovación implica cambio, transformación, evolución… Y en la cuarta década de la pasada centuria, un grupo de jóvenes músicos cubanos decidió transitar por ese camino que –como todo lo que se inicia- no sólo creó expectativas, sino opositores. Me refiero al Grupo Renovación Musical, al que dedicaré mi comentario de hoy. Y nada mejor para comenzar, que las palabras de Alejo Carpentier incluidas en el libro editado por el Museo de la Música en al año 2009: “La presencia del Grupo de Renovación inicia una nueva etapa de progreso en la conciencia artística cubana. /…/ Ya se observa entre los músicos de Renovación el nacimiento de tendencias diversas y, lo que es más importante aún, la aparición del acento propio”.
Evidentemente, ese Grupo marcaría la historia de la música cubana, aunque en la actualidad sea sólo un recuerdo en la memoria de quienes participaron en aquellos conciertos y aún viven. Por eso creo necesario brindar alguna información mínima, acerca de sus miembros, sus actividades, y todo cuanto pueda ofrecer una imagen adecuada a la generación actual.
Renovación Musical surge en las aulas del Conservatorio Municipal de La Habana (actual “Amadeo Roldán”) entre los alumnos del maestro José Ardévol, quien llegó a la capital cubana en 1930, procedente de Barcelona, y se quedó aquí para siempre. Portador de un considerable catálogo de obras sinfónicas, de cámara, ballets…desde que Ardévol comenzó a impartir clases en el Conservatorio, evidenció su deseo de renovar el pensamiento musical de sus discípulos, entre los cuales se encontraban: Harold Gramatges, Serafín Pro, Julián Orbón, Gisela Hernandez, Hilario González, Edgardo Martín, Argeliers León, Juan Antonio Camara, Dolores Torres, Virginia y Margot Fleites, Natalio Galán…
Según el Boletín No. 1 del Grupo Renovación Musical, publicado en La Habana en febrero de 1943, sus objetivos eran: 1) Organizar conciertos y conferencias, para dar a conocer, cultivar y difundir la buena música, según las más puras tendencias de la época. 2) Crear en Cuba una conciencia artística, por medio de una labor que tenga como fin original un concepto musical típicamente cubano. 3) Tratar de hacer una obra constante críticamente orientadora y constructiva, sobre los más importantes problemas de la música universal y, muy particularmente, sobre aquellos extremos que, de una forma u otra, atañan a nuestro arte.
El concierto inaugural de Renovación se realizó el 10 de enero de 1943, en el Lyceum Lawn Tennis Club del Vedado, el cual fue reseñado, con palabras muy elogiosas, por el periodista y crítico Antonio Quevedo en el Boletín del Grupo. Sin embargo, no todos los asistentes creyeron en el futuro de aquellos jóvenes talentos, pues días después el periódico “Hoy” publicó una crítica poco halagüeña y firmada por un tal Custodio que, suponemos, es un pseudónimo, y que recibió una merecida respuesta a través del Boletín, firmada por Serafín Pro.
Aunque se ha especulado mucho acerca de por qué se desintegró Renovación musical, el compositor Harold Gramatges se refirió a ello, en una entrevista que le realizara Radamés Giro donde desmiente el hecho de que fue por la desunión entre sus miembros: “Hubo siempre, hasta el final un respeto, una admiración, y una cordial amistad entre todos sus componentes, cosa no muy habitual en otros grupos similares. /…/ Pero llega un momento en el camino del compositor, que se va valiendo de sus propios medios y él sí, inevitablemente, se confronta con la obra del compositor que le rodea; ahí puede haber tipos de discrepancias, pero no creo que eso tenga, como en otros casos, las mismas consecuencias entre nosotros.”

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