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René Cabell. El tenor de la Antillas (I)

28 de septiembre de 2017

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René Cabell, el siempre admirado Tenor de la Antillas, fue un artista de esos que tiene una personalidad que se agigantaba en cada presentación artística, ya fuere en un teatro, cabaret, frente a los micrófonos radiales, o en cada grabación discográfica. Y es que, René Cabell, se ganó un público selecto por su potente y varonil voz de tenor, expresando en cada letra, como siente la canción, y en su gestualidad surge la escuela del artista consumado.

Como muchos cantantes cubanos, empezó en los conciertos que para la década de los años 30, organizaba el maestro Ernesto Lecuona, luego dio inicio a su carrera radial como vocalista, y en 1937, viajó a México donde causó una gran impresión hasta llegar a grabar para el sello discográfico Peerles dos temas: Pe-1312 Tipitipitín, y Pe-1312 Maracas.

René Cabell ha paseado su arte por muchos países de Centro y Suramérica, y no cantaba con mayor regularidad, porque su carácter enérgico y rebelde, lo alejaban de las presentaciones banales, aspecto que lo distinguió en el ambiente artístico.

Artista exclusivo del Circuito CMQ, y los discográficos Victor, RCA Victor, Panart, Decca, y luego Kubaney, entre otros, René Cabell es considerado como una de las grandes voces masculinas de Cuba.

José de Jesús Cabezas Rodríguez, artísticamente conocído como René Cabell, nació en La Habana el 9 de marzo de 1914 y murió en Colombia, 1998. Estudió canto durante ocho años con el profesor italiano Arturo Bovi. Interpretó, de manera magistral, las óperas Los Payasos, de Leoncaballo, y Fedora.

En 1934 actuó en el radio acompañado por la orquesta Hermanos Castro. En ese ínterin, conoció al maestro Ernesto Lecuona por medio de la mezzosoprano Tomasita Núñez, y le estrenó la canción Yo quiero que tu sepas. Ulteriormente marchó a México con objeto de cumplimentar un contrato con el empresario puertorriqueño Rivera; allí trabajó con el trío Las tres muñecas; hizo una gira de ocho meses por el país azteca y grabó un disco para la compañía Peerles; en México conoció al compositor puertorriqueño Rafael Hernández.

En el año 1938 grabó para la Victor las canciones Madrecita Mexicana (Vi- 75695); Adiós mi rosa (Vi-75695).

En 1941, con la misma firma, registró en 78 rpm los boleros Dame un beso (Vi- 83693); Óyeme (Vi-83683); De Cuba traigo un cantar (Vi-83714); Tú fuiste (Vi-83714); Fue una aventura (Vi-83615); Te fuiste (Vi-83714).

En 1945 grabó para el sello Decca (De-21299) Nada tienes, nada vales; Amigo (De-21300); Tu nombre (De-21300); Cuando tú quieras (De-50004); Tu felicidad (De-50006); Palabras de mujer (DE-50004).

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