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¿Qué llevar en un botiquín de viaje?

30 de enero de 2015

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botPasa muchas veces que cuando se está planeando dejar la casa por vacaciones o por otros motivos, a algunas personas les preocupa no llevar consigo todos los medicamentos que creen poder necesitar durante el tiempo que estarán fuera.
Debido a esto, muchos deciden  llevar un botiquín de viaje en donde empacar todos los medicamentos que consideran “indispensables”, incluso corriendo el riesgo de sobrecargar el equipaje.
Sin embargo, sucede que determinar este “mínimo” puede resultar algo difícil de decidir para cada persona y así el número y la variedad de productos que se incluyen pueden llegar a variar considerablemente de una a otra.
Por ejemplo, quienes viajan a lugares rurales o zonas costeras como las playas, gustarán llevar consigo un repelente que los ayude a protegerse de la picadura de mosquitos. Igualmente, una crema solar con factor de protección suficiente para cada tipo de piel, puede ser muy oportuna si se estará en contacto con el sol. Los antisépticos tópicos y el algodón pueden llevarse si se piensa que existirá riesgo de sufrir heridas, cortaduras y erosiones en la piel. Inclusive, los más precavidos no desecharán la oportunidad de llevar un rollo de gasa, vendas, esparadrapo y un termómetro, solo “por si acaso”.
Cuando se trata de medicamentos que se administran oralmente, casi todos los viajeros echan en su maletín paracetamol o ácido acetil salicílico (aspirina), por si presentara algún dolor o fiebre. También quienes sufren de mareo del viaje y tienen por delante una travesía engorrosa, no dejarán atrás los antihistamínicos como el dimenhidrinato, que los ayude a contrarrestar síntomas molestos como el vómito.
Los más previsores escogen llevar productos para la purificación del agua, sin olvidar las sales de rehidratación oral para el caso de que puedan presentarse diarreas. Tampoco faltan los que guardan en su botiquín antiinflamatorios, ya sea para tomar o para aplicar de forma tópica, por si llegaran a sufrir alguna torcedura o traumatismo.
Por supuesto, a esto hay que añadir los medicamentos habituales que usa cada persona para tratar las enfermedades crónicas que padece, como pueden ser antihipertensivos, antiasmáticos, hipoglicemiantes y otros, que serán los primeros que habrá que guardar.
Como dijimos al principio, el número y la clase de medicamentos que se pueden cargar en un “botiquín de viaje” será distinto para cada persona y cada familia. Dependerá fundamentalmente de la edad, la condición física y también las costumbres de sus integrantes. Algo muy importante a tener en cuenta es que los medicamentos solo deben ser usados cuando se necesiten realmente y en esto, el consejo de su médico o farmacéutico no estará de más.
Nuestra recomendación es que si bien hay medicamentos que se pueden llevar cuando se va a salir de casa, se debe tratar de hacer un botiquín lo más ligero posible, sin olvidar echar dentro una buena dosis de optimismo, que seguro será la mejor medicina que podrá llevar consigo a donde quiera que vaya.

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