ribbon

Principios expuestos por José Martí en trabajos publicados en la Revista Universal de México

19 de mayo de 2017

|

 

dsc05466 (Small)

Estatua del Apóstol en la Plaza que lleva su nombre en el Centro Histórico de la Ciudad de México

 

Después de haber residido cuatro años en España, en calidad de deportado, José Martí llegó a la capital mexicana en febrero de 1875.

Muy pronto en Ciudad México tiene la posibilidad de realizar funciones como periodista gracias a la ayuda recibida por parte de Manuel Mercado quién lo relacionó con los directivos de la Revista Universal.

En dicha publicación el joven Martí empezó primero a publicar algunos poemas y posteriormente varios trabajos hasta que finalmente formó parte de su colectivo.

En la Revista Universal Martí realizó una labor muy variada puesto que además de escribir gacetillas, artículos y editoriales, elaboró reseñas de las sesiones parlamentarias, así como publicó valoraciones sobre obras de teatro y otras actividades culturales

En algunos de los trabajos reflejados en este importante órgano de difusión mexicano él detalló algunos conceptos muy significativos.

Por ejemplo en un material publicado en la edición del 11 de mayo de 1875, Martí se refirió al papel de la literatura y el teatro.

Sobre la literatura destacó que es la bella forma de los pueblos y precisó además un principio de gran importancia al exponer: “Con pueblos nuevos, ley es esencial que una literatura nueva surja.”

Con respecto al teatro expresó que éste es copia y consecuencia del pueblo y añadió de inmediato: “Un pueblo que quiere ser nuevo, necesita producir un teatro original”.

En el trabajo en el que trató sobre la propuesta y el análisis que se hizo en el congreso mexicano en relación con la creación de un monumento al cura Miguel Hidalgo, Martí aprovechó la ocasión para exponer algunos criterios muy elocuentes en torno a la ancianidad.

Recordó que uno de los que había intervenido en el debate en el congreso sobre el tema del monumento era un hombre anciano y al respecto expresó que la voz de los ancianos tiene algo de los otros mundos; tiene algo de religión, de paz no humana, algo de revelación y profecía.

Y agregó: “Se tiene como una garantía de consuelo en las palabras de un honrado anciano.”

Estableció un paralelismo entre el modo de hablar de un joven y el de un anciano y manifestó que cuando habla un joven, el alma recuerda dónde se enciende su vigor y cuando lo hace un anciano, el alma descansa, confía, espera, sonreiría si tuviera labios, y parece que se dilata en paz.

En el trabajo citado también destacó que la ancianidad es sublimemente sintética y que habla como los pueblos antiguos, en frases cortas, con grandes palabras.

Varios días después en la edición de la Revista Universal del 15 de mayo de 1875, Martí igualmente afirmó al referirse a los ancianos y cómo debían ser atendidos y tratados: “No hay cosa más bella que amar a los ancianos; el respeto es un dulcísimo placer…”

En otro de los trabajos iniciales de Martí en esta publicación mexicana, en este caso el reflejado el 13 de mayo de 1875, hay algunas valoraciones en torno a la educación, y de modo muy especial la instrucción de las mujeres, así como la trascendencia de la formación de los niños y lo referido a la importancia de la libertad.

Con respecto al primer tema Martí expuso que si la educación de los hombres es la forma futura de los pueblos, la educación de la mujer garantiza y anuncia los hombres que de ella han de surgir.

Y sobre la adecuada formación de los niños precisó que deben cultivarse en la infancia preferentemente los sentimientos de independencia y dignidad.

Igualmente al referirse a la libertad resaltó que esta es una fuerza espontánea, se la desarrolla, no se la comprime.

Martí en sus trabajos en la Revista Universal también expuso criterios de singular relevancia en relación con los pueblos. Señaló el 25 de mayo de 1875 que un pueblo no es una masa de criaturas miserables y regidas y que no tiene el derecho de ser respetado hasta que no tenga la conciencia de ser regente.

Planteó seguidamente: “Un pueblo no es independiente cuando ha sacudido las cadenas de sus amos; empieza a serlo cuando se ha arrancado de su ser los vicios de la vencida esclavitud, y para patria y vivir nuevos, alza e informa conceptos de vida radicalmente opuestos a la costumbre de servilismo pasado, a las memorias de debilidad y de lisonja que las dominaciones despóticas usan como elementos de dominio sobre los pueblos esclavos.”

En otra parte del trabajo suyo publicado en la Revista Universal en la edición del 25 de mayo de 1875 Martí opinó sobre la poesía acerca de la cual enfatizó: “La poesía de las naciones libres, la de los pueblos dueños, la de nuestra tierra americana, es la que desentraña y ahonda, en el hombre las razones de la vida, en la tierra los gérmenes del ser.”

Muy fructífera fue para José Martí haber formado parte del colectivo de la Revista Universal de México durante casi dos años, es decir hasta finales de 1876 en que dicha publicación fue clausura al producirse un brusco cambio en el gobierno mexicano y él decidió marcharse del país.

Con posterioridad Martí continuó demostrando sus condiciones como periodista y escritor, sobre todo durante su larga estancia en los Estados Unidos de América en los años de la década del ochenta y los iniciales del lustro siguiente.

En los Estados Unidos de América no sólo elaboró múltiples trabajos, incluidas sus crónicas que envió y salieron reflejadas en periódicos de América Latina, sino también llegó a dirigir la revista La América y también creó y elaboró la titulada La Edad de Oro, especialmente concebida para los infantes, así como el periódico Patria, dedicado a contribuir con la lucha por la independencia de Cuba.

Galería de Imágenes

Comentarios