ribbon

Primeros contactos entre la trova tradicional cubana y la yucateca. El son cubano en México

22 de abril de 2016

|

 

De izquierda a derecha: Rosendo Ruiz, Manuel Corona Sindo Garay, Alberto Villalón

De izquierda a derecha: Rosendo Ruiz, Manuel Corona, Sindo Garay y Alberto Villalón

 

En los primeros años del siglo XX, se conoce en La Habana de la presencia de los primeros cantadores o trovadores santiagueros. De manera abierta, se sabe que, para el año 1899, ya estaba en la capital cubana el trovador santiaguero Alberto Villalón Morales; luego en 1900 arriba al mismo Manuel Corona, y en 1903 Sindo Garay.
Al menos, Alberto Villalón fue el primer trovador cubano en arribar a la península de Yucatán, acompañando con su guitarra a los cantantes Adolfo Colombo y Regíno López; después llegarían Sindo Garay, Pancho Majagua, el dúo Seoane y Marín, el dúo Pablito y Limonta, y como caso de excepción en Cuba el dúo colombiano Pelón y Marín. Estos junto a SIindo Garay, Guarionex Garay, Rosendo Ruiz y otros importantes trovadores cubanos, viajaron frecuentemente hasta la ciudad de Mérida.
Con estos contactos, se dice que la trova yucateca, encuentra su perfil más sólido, pues el dúo colombiano de Pelón y Marín con sus bambucos, entrelazados con cantares yucatecos y cubanos, originaron el llamado “bolero yucateco”, de quien se dice, tuvo su máximo exponente en el trovador yucateco Lorenzo Barcelata, de grata recordación en La Habana de los años 20 por cultivar una intensa vida bohemia.

 

Presencia del son cubano en México

En 1928 se conoció de la presencia del son cubano en Yucatán, cuando hizo impronta en Mérida y luego en Veracruz, una agrupación típica cubana que se hacía llamar “Son Cuba de Marianao”, al parecer una especie de “ven tú”, o agrupación emergente para realizar este viaje, pues en Cuba, no aparece relacionada en nuestra historiografía musical.
Esta posiblemente sería la primera vez que los yucatecos ven y escuchan el sonido del tres cubano. Muy pronto aparecieron en la península agrupaciones de sones asumiendo el formato instrumental básico de Cuba; y los primeros treseros yucatecos enriqueciendo, no solo la manera de hacer el “son a lo cubano”, sino también, compartiendo con las jaranas y otros cordófonos autóctonos yucatecos, las ricas melodías de esta región.

Galería de Imágenes

Comentarios