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Presencia de la habanera el recurso fonográfico cubano (IV)

8 de marzo de 2018

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Para los años 90 del siglo XX, surgen en Cuba, promovidos por el Museo Nacional de la Música y su otrora directora Maria Teresa Linares y el investigador Raúl Martínez, los festivales de habaneras, evento donde hasta el cantautor Silvio Rodríguez compone dos habaneras.

La habanera es considerada un género musical cuyo origen se remonta a la danza criolla o patrón de tango, al que el musicólogo Danilo Orozco calificaba como lo “habaneroso”. En Cuba, el mayor auge de la habanera, se alcanzó en la segunda mitad del siglo XIX y alcanzó los primeros años del XX, aunque ya no como manifestación puramente bailable.

De acuerdo con la investigadora Zoila Lapique, sus elementos estructurales han aparecido en piezas de importantes compositores europeos, como Albeniz, Ravel, Bizet, Debussy, Fauré, y Sans Saëns.

La Habanera Influyó, además, en el surgimiento de géneros latinoamericanos, especialmente del tango argentino.

Se dice que la habanera entró en Argentina por el río de la Plata, introducida por la marinería española, en especial marinos negros, que en tierra se reunían para cantarlas y bailarlas en grupos a las que ellos llamaban “tango” o “tengo”. Por lo que el tango o el tengo argentino, a diferencia de la milonga, es de origen urbano por arranque.

En Cuba la habanera casi desapareció como baile en la segunda mitad del siglo XIX, quedando como género cantable; del que podemos citar como ejemplos, entre otras, La paloma, de Sebastián Iradier, Juventud op.29 para cuatro violines y piano, y La Bella cubana para dos violines y piano; Habanera Tú, con música de Eduardo Sánchez de Fuentes y texto de Fernando Sánchez de Fuentes; años después se dejaría escuchar del maestro Ulpiano Estrada la Felicita; del maestro Ernesto Lecuona la habanera Luisa, entre algunas otras importantes, y las habanera Veinte años, de Maria Teresa, Vera, compuesta en 1935, o Mariposita de Primavera, y El desastre del Morro Castle de Miguel Matamoros. Según el musicólogo Helio Orovio, la Habanera se caracteriza por su melodismo expresivo de ambiente cubano, que unido al cadencioso balance de su ritmo le otorgan lirismo y elegancia. La habanera se escribe en compás de 2/4.

 

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El musicólogo Radamés Giro, en su Enciclopedia de la música en Cuba, la considera a partir de una introducción que precede sus dos partes de 8 a 16 compases cada una. Para Radamés, su estructura métrica es binaria y regular, aún cuando adopte alguna variante rítmica en su primer tiempo.

El cambio de revoluciones por minuto (rpm) en los soportes fonográficos llevó a muchos discos, cilindros, registradas, a piezas al olvido, y en muchas ocasiones a una supuesta pérdida de aproximadamente un 80 u 85% por ciento, o sea, solo un 15 o 20 % producida para discos de 78, 33 i/3 y 45 rpm.

Una parte del repertorio de esas músicas registradas en 78 pasó afortunadamente a los nuevos procesos de grabaciones, el resto quedó vegetando en archivos o simplemente se destruyó.

Estas cifras no se basan en estadísticas reales, ya que probablemente sea aun menor el porcentaje de música salvada, por ejemplo como las habaneras, que se pudieron recuperar algunas en el sistema Lp.

Basamos este cálculo en el estudio comparativo de la discografía de determinados artistas e instrumentistas en discos de 78 que pasó a Lps, y en consultas hechas a otros coleccionistas e historiadores de la música popular cubana grabada.

Por ejemplo, que razón tiene un melómano, como no sea un investigador de la música, escuchar un solo de ocarina.

Posiblemente ese porcentaje de recuperación fue mayor en las pequeñas casas disqueras latinas, por partir éstas de un catálogo menor y lógicamente usar más extensamente sus reservas de discos de 78 cuando comenzaron a trabajar el Lp.

Usamos aquí el término “catálogo” en el sentido que se usa en la industria disquera, es decir el conjunto de productos grabados en una casa disquera que ofrece esta música para la venta comercial, por ejemplo en España la habanera se sigue consumiendo y son muchas las casas disqueras de ese país, las que han pasado a sus nuevos catálogos la presencia de la habanera.

En Cuba actualmente es posible que se geste un proceso de “revitalización” pudiéramos decir del concepto “habanera”, a partir del empleo de los textos dirigidos a una especie de nostalgia por La Habana como ciudad, por ejemplo Liuba Maria Hevia y Raúl torres entre algunos otros, cantautores, estos son fieles exponentes en el recurso discográfico de una modalidad, donde en ocasiones se detecta cierto aliento lejano de la habanera clásica.

Estas en verdad no son las habaneras que tratamos, pues no nos estamos refiriendo a una habanera que se distingue por su estructura en cuanto a lo rítmico, melódico y al tempo musical nacido del “tango congo” como base rítmica de la habanera cubana en general.

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