Premio europeo de arquitectura “Philippe Rotthier” y Premio de la Real Fundación de Toledo

16 de octubre de 2015

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Martha Oneida Pérez Cortés

 

 

La Oficina del Historiador ha constituido un hito en la conservación del Centro Histórico la Habana Vieja con una perspectiva integral, lo que constituye un ejemplo para el resto de los Centros Históricos de Latinoamérica. Ello significa que ha trabajado en  rehabilitación física de los inmuebles y los espacios públicos, pero al mismo tiempo ha desarrollado un amplio programa de acciones para atender la salud, la formación, la cultura, así como la situación de la vivienda de la población residente, teniendo en cuenta las características de los distintos grupos poblacionales. Ello ha permitido el avance de la recuperación de la ciudad antigua, así como la revitalización de todo su capital cultural y humano.
El Premio Europeo de arquitectura “Philippe Rotthier”, es de carácter trienal. Recompensa obras de valor colectivo y cultural con raíces regionales, así como el uso de materiales naturales y sostenibles que se basan en el genio de la ciudad europea; además de propiciar un diálogo con el pasado y la historia. Debe su nombre al reconocimiento de la obra del arquitecto Philippe Rotthier, así como para dar continuidad a los eventos que organizó para destacar la incidencia de la arquitectura en la ciudad.

Las obras premiadas son seleccionadas por un jurado compuesto por figuras europeas de campos diversos, como escritores, diseñadores, arquitectos o historiadores.

En el año 2001 el premio lo recibió la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, por la labor desempeñada en la reconstrucción del Centro Histórico, y como reconocimiento al valor del patrimonio arquitectónico y urbano de la ciudad.

En el año 2003, se presentó a la convocatoria de la Real Fundación de Toledo, el “Plan de rehabilitación del Centro Histórico de la Habana”. Este premio fue instituido desde 1988. Dicha propuesta recibió el máximo reconocimiento a la Revitalización del Centro Histórico de la Habana, y fue calificada como referente obligado en el campo de la recuperación del patrimonio con bases sostenibles.

El elemento distintivo de la rehabilitación del centro histórico es la combinación equitativa de la incidencia en los aspectos físicos de los inmuebles y espacios públicos como en la atención a las situaciones sociales existentes en el territorio.