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Precauciones importantes en el uso de colirios

29 de marzo de 2019

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Los colirios son preparaciones farmacéuticas destinadas a ser aplicadas en los ojos. Generalmente son medicamentos antiinfecciosos o antiinflamatorios, aunque también se presentan en forma de colirios los fármacos destinados al tratamiento de enfermedades oculares como el glaucoma o el síndrome de ojo seco.

Este tipo de producto farmacéutico tiene un riesgo elevado de resultar contaminado una vez que se abre el envase. Por esta causa es necesario tener en cuenta varias precauciones a la hora de utilizarlos.

La contaminación de un colirio puede afectar a los ojos, es por ello que se deben tomar todas las medidas para evitarlo. La manipulación de estos medicamentos debe ir siempre precedida de un correcto lavado de manos y durante su aplicación debe evitarse que la punta del frasco o gotero entre en contacto con la superficie del ojo.

Para los colirios la fecha de vencimiento o expiración que aparece rotulada en la etiqueta del producto solo tiene validez mientras no ha sido abierto el envase. A partir de ese momento, estos preparados solo pueden utilizarse por un máximo de 30 días. Transcurrido ese intervalo de tiempo, los ingredientes del medicamento pueden presentar cambios y no mantener las condiciones idóneas para la administración ocular.

Para la correcta conservación del colirio, el envase debe mantenerse bien cerrado, ubicado en un lugar fresco y seco, hasta la siguiente aplicación.

Nunca se deberán guardar los restos del medicamento una vez finalizado el tratamiento, ni se utilizará el colirio que ha permanecido abierto por más de 30 días, aun habiendo estado correctamente cerrado y almacenado.

Por último, es importante recordar que los colirios son para uso personal, por lo que nunca se compartirá el mismo colirio con otras personas.

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