¿Por qué la tortuga mordedora está invadiendo las ciudades del Medio Oeste norteamericano?

28 de febrero de 2014

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Josefina Cao López

En la imagen se aprecia el rostro impresionante de una tortuga mordedora Chelydra serpentina. En muchas regiones donde habita esta especie de tortuga, la gente vive atemorizada, especialmente en el Medio Oeste Norteamericano, donde se escuchan muchas historias sobre ataques de estos quelonios a personas. Un estudio reciente demostró que estos animales están  migrando desde sus hábitats naturales hacia zonas urbanas, de manera que a  los habitantes  de dichas zonas no les ha causado ninguna gracia las conclusiones de tal estudio. Tampoco ha resultado una buena noticia para los ambientalistas, pues la razón por la que las tortugas mordedoras están cambiando de hábitat es la degradación que está sufriendo su entorno. Especialmente a causa de los desarrollos urbanísticos y de la contaminación del agua.
Esta especie, como otras muchas tortugas relacionadas con ella, necesita de un entorno acuático para sobrevivir. Ahí es donde entran en conflicto con los humanos, sobre todo cuando estos se acercan a ríos, lagos y lagunas a bañarse. Las tortugas también necesitan de una vegetación de ribera bien desarrollada, con una  cobertura vegetal cercana a las zonas de agua para realizar la puesta y esconderse de los depredadores. La mayoría de los problemas surgen precisamente aquí,  porque las zonas de aguas naturales cada vez se encuentran más contaminadas.
En la región Medio Oeste de los Estados Unidos, las aguas naturales se encuentran contaminadas principalmente por las aguas residuales urbanas y por las que salen de las industrias. A pesar de los esfuerzos por depurar estas aguas, los aportes de agua que llegan a los ríos siguen estando contaminadas, impidiendo que las tortugas puedan vivir en ellos.
A esto se adiciona el desarrollo urbanístico, y a pesar de que la educación ambiental va creciendo y que para construir se tiende a destruir mucho menos el hábitat natural de las especies que hace unos años, el ritmo con el que desaparecen los ecosistemas de las tortugas es alto. De manera que las tortugas han ido buscando nuevos lugares en los que asentarse. Y los han encontrado en los canales y ríos artificiales que se han ido creando desde mediados del siglo XIX a lo largo de esta zona de los EE.UU. Al tratarse de corrientes de aguas artificiales, que tienen gran parte de su recorrido por zonas urbanas, estas están mucho más protegidas de la contaminación que los cursos naturales de agua, y la vegetación se mantiene para darle un aspecto más “estético” y más atractivo a los ojos de los ciudadanos. Así, estas corrientes artificiales suponen el hábitat perfecto para las tortugas mordedoras, así como también para otras especies animales amenazadas por la desaparición de su entorno.
A pesar del nombre, y del miedo que provoca en ciertas regiones, no es en realidad una especie agresiva. La mayoría de los ataques tienen lugar cuando se molesta o se invade el territorio del animal que reacciona al verse acorralado.
Recordemos que…”la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.