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Participación privada

15 de agosto de 2014

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La inclusión de la participación del sector privado en la rehabilitación de los centros históricos puede afectar o permitir el avance del mismo.

Referido a ello Carlo Cesari planteó que en Italia en los años 50 se destruyó más con la reconstrucción que lo que habían destruido los bombardeos.  Ello se debe, según sus propias palabras, a que la Reconstrucción se impostó en Italia como una ocasión para elaborar instrumentos legales y económicos que más que reconstruir lo que habían destruido las bombas, fue entendida como una inversión, era la operación la que era rentable, no el producto.

Con el neoliberalismo llegó la privatización a la gestión pública en todos los ordenes. Esto, también ha llegado a los centros históricos. La entrada del sector privado –nacional o internacional- ha modificado la gestión y la definición de políticas en estos espacios. Existen varios ejemplos en este sentido:
1.    Patronatos en Lima, Perú.
2.    Corporaciones en Santiago, Chile.
3.    Fundaciones en México.
4.    Empresas en Quito, Ecuador.
5.    Empresas que invierten directamente como American Express y Mac Donald´s.
6.    Organismos multilaterales de créditos que impulsan la participación del empresario privado.

En América Latina para lograr, entre otros objetivos, la vitalidad de la economía local en los centros históricos es importante involucrar a los agentes del sector privado. Es necesario partir del análisis de las restricciones que enfrentan, para asumir esta función. Entre ellas se encuentran:
1.    El deterioro de los centros históricos que ahuyentan la demanda, expresado en la depresión de  los precios de los inmuebles, la migración de las actividades más dinámicas y de los grupos sociales de mayores recursos.
2.    imposibilidad de los inversionistas individuales de superar el proceso de deterioro y abandono de los centros históricos de manera aislada. Es necesario actuar coordinados.
3.    El costo de la rehabilitación en el centro histórico no es competitiva ante la construcción de nuevas edificaciones en la periferia de las ciudades.

Generalmente la inversión privada se siente atraída a invertir en los centros históricos después que el sector público realiza inversiones significativas por períodos extensos de tiempo. Ello se debe a que la inversión pública contribuye a modificar la imagen de deterioro y abandono que tenían los centros históricos, generando externalidades atractivas para la inversión privada. Un ejemplo de ello es lo sucedido en Cartagena, Recife y Quito.

En Cartagena de Indias, Colombia se obtuvieron alentadores resultados con los inversionistas privados materializados en la preservación y adaptación de edificios históricos para usos contemporáneos. Es necesario tener claridad que aunque las inversiones privadas responden a los intereses de la elite económica para tener un lugar de vacaciones exclusivo, fueron facilitadas por las inversiones realizadas por el sector público que preservaron los principales monumentos y mejoraron la infraestructura y los espacios públicos de un centro histórico de trascendencia mundial.

Bibliografía

Rojas, Eduardo- El sector privado en la conservación del patrimonio urbano en América Latina y el Caribe: Lecciones de tres experiencias. En: Centros Históricos de América Latina y el Caribe.   UNESCO/Banco Interamericano de Desarrollo/Ministerio de Cultura y Comunicación de Francia/FLACSO Sede Ecuador, 2001 p. 199- 216.

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