Parque Maceo

1 de julio de 2019

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Zenaida Iglesias Sánchez

Calles: Malecón, Belascoain, San Lázaro y Marina

 

 

Siguiendo el litoral habanero, en un paseo por el pintoresco malecón de la ciudad, se abre una explanada que llama la atención por sus amplias proporciones, en el centro, se levanta la estatua ecuestre del Titán de Bronce de ahí que se reconozca como el Parque Maceo. A través del tiempo ha sido testigo de innumerables hechos históricos, fiestas populares y tormentas tropicales. Las obras de remodelación llevadas a cabo en 2001 por la Oficina del Historiador, le restituyeron mobiliario, iluminación, el funcionamiento de las fuentes y se vio protegido por una verja de hierro para prevenir las agresiones de aquellos elementos irrespetuosos del patrimonio histórico, que más tarde fue retirada.

 

 

El proyecto para el parque se llevó a concurso, sin embargo, el presupuesto fue limitado, por lo que los trabajos se dilataron, no exentos de contra tiempos y dieron resultados muy simples, entonces se cuestionaron los elementos decorativos que carecían del valor ornamental para la emblemática obra. En la década de 1920 sus ejecutores modificaron el proyecto y le incorporaron materiales importados muy costosos, se dice que esto provocó la renuncia del proyectista Francisco Centurión.

 

 

El monumento ecuestre al Mayor General Antonio Maceo y Grajales también se llevó a concurso, que ganó el italiano Doménico Boni y se develó en 1916, antes de que las obras del parque fueran concluidas. En su construcción se emplearon materiales diversos como el granito, mármol y bronce. El pedestal fue elaborado con trabajos de talla en metal de gran valor monumental que hacen alusión a importantes momentos de la vida del patriota cubano. La escultura simboliza su muerte en acción de guerra, de ahí que el caballo presente las extremidades levantadas.

 

 

En el parque se han efectuado diversas obras de remodelación desde el momento de su trazado. En la década de 1960 adquirió su fisonomía actual. Cuenta con excelentes visuales, aunque se torna un poco árido durante el día ante la ausencia de vegetación, esto impide una estancia apacible para el visitante, ante el intenso calor de nuestro clima tropical. En las tardes noches es un lugar digno de admiración, propicio para el esparcimiento.