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Osvaldo Farrés

22 de septiembre de 2017

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OSVALDO FARRÉS

 

Una vez que terminamos de publicar en esta sección la gran mayoría de las epístolas que figuran en nuestro libro Ernesto Lecuona: cartas, que se vende en varias de las librerías del país, procedemos a incluir en De Ayer y de Siempre muchas de las notas biográficas publicadas al final de la obra.

Ellas tienen como objetivo informar a los lectores quiénes son las personalidades citadas en las cartas.

 

Farrés, Osvaldo (Quemado de Güines, Las Villas, 1902-Nueva Jersey, Estados Unidos, 1985). Compositor. Tras establecer su residencia en La Habana, estudió dibujo. Entre 1932 y el siguiente año trabajó en el Departamento de Dibujo Comercial de la revista Carteles. Más tarde abrió su propia oficina de publicidad, al mismo tiempo que fungía como jefe de propaganda de la firma Cerveza La Polar.

Durante 1937 compuso su primera obra: la guaracha Mis cinco hijos, que obtuvo gran popularidad. A ella siguieron una serie de títulos que lo consagraron dentro y fuera de Cuba: Acércate más, Toda una vida, Quizás, quizás, quizás, Tres palabras, En el mar, Para que sufras, Piensa bien lo que me dices, Te lo diré cantando, Esta noche o nunca, Madrecita...

En 1945 fundó el espacio Bar melódico, en la radioemisora CMQ, el cual, en los años finales de este decenio, pasó a la RHC-Cadena Azul. Tras el inicio de la televisión en Cuba sería incluido en la programación del Canal 2, primero, y luego en la del 4. Celebridades nacionales y extranjeras desfilaron por sus transmisiones, mantenidas hasta octubre de 1959, cuando lo sustituyó Sala de conciertos, conducido por él durante un tiempo.

Se responsabilizó con la producción del cortometraje musical Mis cinco hijos (1940, Cuba, Dir.: Ernesto Caparrós), y después obras suyas se emplearon para musicalizar las películas Hitler soy yo (1944, Cuba, Dir.: Manolo Alonso), Embrujo antillano (1945, coprod. Cuba-México, Dir.: Geza P. Polaty, Juan Orol) y Siete muertes a plazo fijo (1950, Cuba, Dir.: Manolo Alonso). Su Acércate más aparecería en las bandas sonoras de los filmes Easy to Wed (1946, EE. UU., Dir.: Edward Buzzell) y Noches de Casablanca (1963, España, Dir.: Henri Decoin); Toda una vida en las de Del rosa al amarillo (1963, España, Dir.: Manuel Summers) y La próxima estación (1982, España, Dir.: Antonio Mercero); Tres palabras en una realización homónima (1993, España, Dir.: Antonio Giménez Rico), Make Mine Music (1946, EE. UU., Dir.: Bob Cormack y Clyde Geronimi), ¡Viva la juventud! (1956, México, Dir.: Fernando Cortés), Un día es un día (1968, España, Dir.: Francisco Prósper), y Quizás, quizás, quizás figuró en la del documental Buena Vista Social Club (1999, EE. UU., Dir.: Win Wenders) y en las partituras de más de diez largometrajes, entre ellos, Bewitched Bunny (1954, EE. UU., Dir.: Chuck Jones), Strictly Ballroom (1992, EE. UU., Dir.: Baz Luhrmann), Tortilla Soup (2001, EE. UU., Dir.: Maria Ripoll), La mala educación (2004, España, Dir.: Pedro Almodóvar) y Brokeback Mountain (2005, EE. UU., Dir.: Ang Lee).

 

Osvaldo_Farres

 

Sus canciones han sido interpretadas, entre otros, por Plácido Domingo, Mina, Maurice Chevalier, Edith Piaf, Nat King Cole, Antonio Machín, Charles Aznavour, Sara Montiel, Paloma San Basilio, Carlos Ramírez, Pedro Vargas, Toña la Negra, Katina Ranieri, Lucho Gatica, Luis Miguel, Doris Day, Johnny Mathis, Enrique Iglesias, Rita Montaner, Fernando Albuerne, René Cabel, María de los Ángeles Santana, Olga Guillot, Esther Borja, Omara Portuondo, Rolando Laserie y Celeste Mendoza. También algunas orquestas han hecho arreglos musicales de obras de Farrés: la BBC de Londres, Paolo Mantovani, Henri Manzini, Romie Aldrich…

Junto con su esposa y colaboradora, Josefina del Peso, partió de Cuba en 1962. Pasaron un tiempo en Madrid y luego viajarían a Estados unidos, donde fijó su residencia en Nueva Jersey. En 1980 escribió para la revista Selecciones, del Reader’s Digest: «La música, al igual que los perfumes, es portadora de elementos intangibles que, unidos a una mirada, o al roce de unas manos, hacen posible el nacimiento de un romance que, extendiéndose más allá de ese momento, puede prolongarse toda una vida».

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