ribbon

Origen y trayectoria de la guitarra

2 de septiembre de 2016

|

150618_guitarra_internet

 

 

Cuando escribí mi comentario anterior dedicado al gran maestro de la guitarra Francisco Tárrega, de inmediato pensé en incursionar un poco más en un instrumento que los cubanos hemos convertido en nacional, ya que está presente en casi todas las manifestaciones musicales de nuestro país. Es por eso que hoy me referiré a su origen y trayectoria.
Empezaré por decir que la guitarra nació en la Edad Media, y aunque algunos investigadores afirman que fue en el Asia Menor, antes de nuestra era, no existe documento alguno que lo confirme, por lo que prefiero remitirme a la primera certeza que asegura fue cuando floreció el movimiento trovadoresco en Europa entre los siglos XII al XV, cuando ya la guitarra existía en España entre la gente humilde y que fueron los juglares y troveros quienes la difundieron por la Península Ibérica. De aquella época, se conservan testimonios como el del Rey de Castilla, Juan II, quien otorgó tratamiento de “Don a los juglares Alonso de Carrión y Alfonso y Martín de Toledo, por su consumado arte de cantar y tañer la guitarra”.
Otro testimonio, ofrecido por Menéndez y Pidal, afirma que en la corte de Alfonso V, Rey de Aragón, servía como ministrer Rodrigo de la Guitarra, cuyo apellido lo dice todo; pero veamos el fragmento de la carta de este monarca a Juan II, rey de Navarra, incluido en una conferencia ofrecida por Justo Nicola y publicada en la revista “Guitarra” en 1940: “El fiel minestrer de nuestra Cámara Rodrigo de la Guitarra, con su criado Dieguillo, de nuestra licencia va hacia vuestra merced por facer a vos debida reverencia, como vasallo vuestro, e por facer a vos servicio e placer de su oficio”.
Luego de la decadencia del movimiento trovadoresco en Europa, durante el primer tercio del siglo XVI, a la guitarra comenzó a denominársele española, y fue entonces cuando se dio a conocer en otros países europeos, donde se convirtió en acompañante de las canciones de amor, y otros géneros vocales y dio lugar a las conocidas como guitarras italianas, francesas, flamencas, tudescas… Durante toda esa centuria se mantuvo como instrumento popular y quienes la tañían, sólo sabían rasguearla en caminos, mesones, tabernas y barberías. Fue en el siglo XVII, cuando la guitarra llegó a los salones cortesanos no sólo de España, sino de Francia e Italia, llamando la atención de músicos profesionales, y la siguiente centuria fue la época de oro de la guitarra.
Según parece, el genial pintor Francisco de Goya fue un apasionado del instrumento y solía cantar mientras lo tocaba, lo que se reafirma en algunos de sus lienzos.
Aunque la guitarra se convirtió en instrumento de virtuosos, su presencia no abandonó la cuna humilde donde nació y desde finales del siglo XIX, ha sido compañera inseparable de todos los trovadores cubanos; pero también aparece en agrupaciones populares de variados formatos, acompañada a veces por sus parientes, el tres y el laúd, y en salas de concierto, como fruto del excelente aprendizaje desde Clara Romero hasta nuestros días que ha dado lugar a la Escuela Cubana de Guitarra donde brilla el nombre de Leo Brouwer.

Galería de Imágenes

Comentarios