ribbon

Museo de la ciudad

11 de enero de 2014

|

Edificio de la calle Tacón entre Obispo y O’Reilly
Antiguo Palacio de los Capitanes Generales


El magnífico edificio dieciochesco, se considera una joya inigualable de la arquitectura colonial cubana en su tipo, clásico exponente del estilo barroco en la isla. Convertido en Museo de la ciudad de La Habana a finales de la década del ’60 del pasado siglo XX, se reconoce el más bello entre tantos, porque en la magia de sus salones de exposición, quedan atrapados un sin número de visitantes que a diario colman el recinto. Allí se habla de la vida de la nobleza en la colonia y de nuestra historia patria.
En la plaza más antigua de la otrora villa de San Cristóbal, la de Armas y en la parcela de terreno que ocupó la iglesia Parroquial Mayor, se levantó el Palacio de los Capitanes Generales entre 1776 y 1791. Por esta época, el plan de remodelación urbana llevado a cabo por el Marqués de La Torre, Capitán General de la isla, permitió la construcción de los edificios más notables de este espacio público.


El palacio fue proyectado por el ingeniero habanero Antonio Fernández Trebejos, bajo la dirección del referido Capitán General Don Felipe de Fondesviela, Marqués de La Torre. Don Luis de las Casas lo inauguró en su mandato. Acogió en su interior la residencia del Capitán General, la Casa de Gobierno y también la cárcel pública durante cuatro décadas. Posteriores remodelaciones permitieron ampliar los aposentos del gobernador, al desaparecer la cárcel, durante el gobierno de Don Miguel de Tacón, quien además colocó en su entrada el pórtico de mármol. El coronel Manuel Pastor fue el encargado de los trabajos que dotaron al edificio de la armonía constructiva que reconocemos.
Cuando cesa la dominación española (1898), fue sede del gobierno interventor norteamericano (1899-1902) y Palacio Presidencial durante la República (1902-1920).  En la década del ’30 se realizaron diferentes trabajos de remodelación en el edificio por los arquitectos Govantes y Cabarrocas, quienes tuvieron a su cargo eliminar el repello que cubría los muros, acentuando con ello el carácter sobrio y robusto que lo caracteriza. La Alcaldía de La Habana, radicó en el edificio hasta 1967, cuando el inmueble fue intervenido para trabajar en su completa restauración, destinándose a la función que hoy desempeña.
En 1968 abrieron las primeras salas del Museo de la Ciudad, que progresivamente fueron enriqueciendo sus colecciones, gracias a la incansable labor del historiador de la ciudad, el Dr. Eusebio Leal fiel heredero de las aspiraciones de su antecesor, el Dr. Emilio Roig de Leuchsenring.


Nos encontramos frente a un edificio de grandes proporciones donde descuella el más extraordinario patio central de nuestras construcciones, rodeado de galerías con arcadas que descansan en esbeltas columnas pétreas. Al centro se ubicó la estatua de Cristóbal Colón en 1862. El reloj que remata la fachada, también corresponde al siglo XIX.

Galería de Imágenes

Comentarios