Muestra del Patrimonio Cubano en una emisión postal

1 de marzo de 2018

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El Patrimonio Cubano, material e inmaterial, ocupa espacios preferenciales en las emisiones de la mayor de las Antillas como fieles mensajeros de esa gran riqueza histórica y cultural de la que nos sentimos orgullosos la cual despierta el interés, no solo de los cubanos, sino de infinidad de visitantes extranjeros que nos visitan anualmente.

Una muestra elocuente es la emisión conmemorativa de la Feria Internacional de Turismo FitCuba 08 con seis sellos y una hoja souvenir dedicada a las primeras villas fundadas por el Adelantado Diego Velázquez en el siglo XVI, puesta en circulación por Correos de Cuba.

En el primer valor de 15 centavos aparece una imagen de la entrada de la bahía de La Habana donde se destacan el legendario castillo de los Tres Reyes del Morro, con su emblemática farola, y el campanario del Castillo de la Real Fuerza coronado con la estatua de la Giraldilla símbolo de la Villa de San Cristóbal de La Habana.

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El segundo sello con el valor facial de 15 centavos reproduce una antigua callejuela de la Villa de la Santísima Trinidad, cercana a la costa sur de la región central de Cuba, donde se destaca la Iglesia de la Trinidad, una joya de la arquitectura religiosa cubana.

En el valor de 30 centavos aparece la Villa del Espíritu Santo, hoy Sancti Spíritus, capital de la homónima provincia, caracterizada por la Iglesia Parroquial Mayor.

Continuamos con el valor de 65 centavos dedicado a la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, hoy Camagüey, capital de la homónima provincia, donde se destaca un patio camagüeyano con el típico tinajón.

En el timbre de 75 centavos tenemos la Villa de San Salvador de Bayamo, hoy Bayamo, Monumento Nacional, cuna de nuestra nacionalidad, actualmente capital de la oriental provincia de Granma. En la Iglesia de San Salvador, que aparece en el timbre, se interpretó por primera vez la música de nuestro Himno Nacional, cuya letra fue escrita, más tarde, por el patriota Perucho Figueredo cuando la ciudad cayó en manos de la fuerzas independentistas cubanas.

La heroica ciudad de Santiago de Cuba, una de las villas fundadas por el Adelantado Diego Velázquez, caracteriza a la estampilla de 85 centavos donde aparece el edificio del antiguo ayuntamiento santiaguero. Desde el balcón del histórico inmueble el Comandante en Jefe Fidel Castro proclamó el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959.

sobre Fit Cuba 08 (Small)

Por último, la Villa de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, la primera de las villas fundadas por el Adelantado Diego Velázquez en el siglo XVI, fue seleccionada para la hoja souvenir cuyo sello tiene el valor facial de un peso, se aparecía una vista de la ciudad y como fondo el Yunque de Baracoa, emblemática montaña que caracteriza a la villa baracoense.

La impresión se realizó en papel cromo por el sistema OFF-SET, en formato vertical con las medidas 31 por 48 milímetros y perforación 12 y medio. Circula a partir del 6 de mayo de 2008.

Consejos útiles

Los textos en las hojas de una colección deben tener uniformidad en cuanto al tipo y al tamaño de la letra y por supuesto buena sintaxis y ortografía.

Los textos deben ser breves, pueden ir en la parte inferior de la hoja o distribuidos debajo de los sellos y documentos dentro de la propia hoja.

Aunque no existe una norma propia en cuanto a su extensión, la práctica ha determinado que no deben excederse de cinco renglones en cada hoja.

Otra clase de texto que se recomienda que se haga con otro tipo de letra es el que se refiere a las observaciones filatélicas acerca del material expuesto.

Por otra parte, sirve para indicar variedades de impresión, dentado, filigrana y otros detalles, deben ser lo más breve posible y no abusar de ellos.

No se recomienda escribir los textos en hojas o papeles aparte y luego pegarlos en las hojas, los textos deben ser escritos directamente en la propia hoja.

Cada hoja debe llevar en la parte superior el título del capítulo o subcapítulo que comprende y en cada hoja no se debe repetir el título de la colección por ser una reiteración innecesaria.

Hasta aquí estos consejos que esperamos hayan sido útiles.

Curiosidades de la Filatelia

Como dijimos la semana anterior, el sello de correos es mucho más que una constancia del pago del servicio por el envío de una carta.

El sello de correos es una obra de arte en miniatura, en fin, tesoros y recuerdos de tiempos que en no muchos casos se convierten en raras piezas coleccionables.

Esto es lo que sucede con las estampillas mundiales raras y costosas de las que citamos dos de ellas, el tres skilling de Suecia y el dos peniques de la Isla de Mauricio.

Hoy, les propongo una mirada a otra rareza, el dos Parrilla de Franklin.

Indudablemente, la más rara y valiosa de los Estados Unidos de América, impresa en 1867, que representa un cuadro de Benjamín Franklin realizado en una dos- parrilla, que es un patrón minúsculo de los cuadros que aparecen en el sello, visibles en la parte posterior.

Su diseño fue realizado de forma tal que permite que la tinta del matasello del cancelador se filtrase en el papel de la estampilla.

Con este método se pensaba que aquellos que intentaban engañar al Correo reutilizando los sellos no pudieran hacerlo.

Sin embargo, los pillos continuaron con la misma práctica de defraudar al Correo y como dato curioso recordaré que uno de estos sellos raros, conocido como el dos parrilla de Franklin, fue subastado en 1988 en un millón de dólares.

El Correo por Ferrocarril

Un capítulo de la Historia Postal de Cuba.

La topografía del suelo cubano, abundante en terrenos llanos y pocos grupos montañosos, propició el rápido desarrollo del ferrocarril en nuestro país.

Este medio de transporte abrió los caminos al desarrollo del correo como medio de comunicación al trasladarse la correspondencia a bordo de los trenes que. a mediados del siglo XIX, enlazaban ciudades, pueblos y comarcas al extenderse las vìas hacia los cuatro puntos cardinales.

En 1851 las líneas se extendieron hasta Aguica y en 1854 hasta La Macagua, hoy Los Arabos, incluyéndose conductores de Correos a bordo de los trenes que trasladaban la correspondencia quienes eran portadores de cuños en los que se hacía constar la ruta seguida por el tren.

En 1868, ya las líneas ferroviarias conectaban a Artemisa, entonces territorio de la provincia de Pinar del Río con La Macagua, hoy Los Arabos, en la provincia de Matanzas.

Otras líneas unían a Nuevitas con Puerto Príncipe, hoy Camagüey, incluido algún pequeño recorrido entre poblaciones aisladas.

Entre las localidades que abarcaba la línea Oriente-La Habana, a mediados del siglo XIX, estaban Bejucal, Guara, Melena, Guines, San Nicolás, Montalvo, Perico y Nueva Bermeja, hoy Colón, hasta este pueblo llegaban las líneas, de manera que el resto del recorrido, hasta Santiago de Cuba, seguía haciéndose a caballo.

Para el transporte ferroviario a la provincia de Pinar del Río, en el extremo occidental de la Isla, estaba la línea La Habana-San Antonio-Ceiba del Agua, al tiempo que en el resto de la provincia el correo continuaba haciéndose a caballo.

Es oportuno recordar que la Administración Postal norteamericana se valió de las mismas rutas que usaron los españoles.

Acerca del servicio de estas rutas, en la edición del 28 de mayo de 1901 del Boletín del Departamento se publicó que al no haber viajes directos por ferrocarril entre La Habana y Santiago de Cuba, al igual que a otros lugares de la parte oriental de la Isla, la comunicación resultaba necesariamente lenta.

Por este motivo se pidió, en no pocas ocasiones, a los Administradores de Correos que hicieran notas al dorso de sus informes, a fin de mes, acerca de las rutas a caballo y el estado de los caminos, al tiempo que el 24 de julio de 1900 se dispuso, también, el envío de una relación de los ríos que habían en cada ruta al Director General de la Oficina de Transportes y si era posible cruzarlos en tiempos de fuertes lluvias, además debían observar la topografía del terreno, es decir si era llano o había montañas y so era seco o cenagoso.