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Mijaíl Kalatózov

2 de mayo de 2018

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De escasa trascendencia en su momento, la película cubano soviética Soy Cuba (1963) cobró en la década del 90 una inusitada importancia, vivió una suerte de redescubrimiento y comenzó a mostrarse en ella un interés que a los cubanos nos complace. El equipo técnico integró cubanos y rusos, el guión estuvo a cargo del poeta ruso Yevgueni Evtushenko, recientemente fallecido, y del cubano Enrique Pineda Barnet, en tanto la dirección del filme recayó en Mijaíl Kalatózov, por entonces ya una celebridad. En cuanto al llamado “redescubrimiento” de Soy Cuba, mucho tuvieron que ver en ello los directores norteamericanos Martin Scorsese y Francis Ford Coppola, quienes la reestrenaron en Estados Unidos y más tarde la editaron en formado de DVD.

Pero todo lo anterior ocurrió después, porque el inicio de la historia debemos fijarlo en los finales del año 1961 y los inicios de 1962. En su edición del 14 de enero de 1962 la revista Bohemia publicaba una extensa entrevista a Kalatózov que servía para presentárselo a los cubanos:

Por supuesto que Kalatózov no era un desconocido. Su obra maestra, Cuando vuelan las cigüeñas, ambientada en los años de la Segunda Guerra Mundial, había obtenido la Palma de Oro del Festival de Cannes de 1958 y consagrado no solo a su realizador, sino además a su protagonista femenina, la actriz Tatiana Samóilova.

Aunque dijo no gustar de las conferencias de prensa, Kalatózov respondió gustoso para la revista Bohemia y sobre la película que filmarían en Cuba, entonces todavía una incógnita, expresó:

“Aun no le hemos dado nombre, porque ha de ser, igualmente que el guión, muy poético. Se trabaja ahora sobre la idea de este último y se estudia el reparto que posteriormente será seleccionado. Nunca antes hemos sentido tanta emoción, mis compañeros y yo, como en la actualidad, por empezar esta película sobre la Revolución, en los días que llevamos en Cuba”.

La película se tituló Soy Cuba, filme en blanco y negro. El éxito acompañó a Kalatózov en otros filmes suyos como La carta que no se envió, de 1959, y La tienda roja, de 1971, que también lo tuvo como guionista, con un elenco internacional en el que figuraron Sean Connery, Claudia Cardinale y Peter Finch.

Kalatózov murió en Moscú el 27 de marzo de 1973 y fue de los primeros directores soviéticos en alcanzar lauros internacionales, por lo que su obra cinematográfica es en muchos sentidos representativa de lo mejor del cine soviético.

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