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Mi abuelo es feliz

14 de marzo de 2014

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vejez2Damián tiene 68 años y después de haber trabajado durante casi 50 años, se retiró y ahora quiere estudiar idiomas, en particular quiere aprender inglés porque nunca antes tuvo tiempo para ello, también se inscribió en un grupo de Tai- Chi y tiene otras cosillas en mente, ya que cree que el retiro no es un final, sino solo un cambio para emprender un nuevo camino, así que se niega a estar triste, deprimido y muchos menos enojado por el simple hecho de no tener ni 20, ni 30 años, por lo que su vida actual es muy diferente de la pensada por  sus hijos y nietos al llegar Damián a “viejo” . Entonces ahora me detengo en la historia de este hombre y les propongo que entren en ella y me digan que creen de esto, que piensan. ¿Es un egoísta por querer ejecutar proyectos personales y no dedicarse a la familia en cuerpo y alma? ¿Es un viejo medio loco o comenzando una demencia que le hace tener planes como si fuera un chiquillo? ¿Qué necesidad y fundamentalmente que utilidad le traerá esos aprendizajes que por su edad le servirán de poco? ¿No es mejor que descanse y se la pase en el portal tomando el fresco después que trabajó tanto? Tómense su tiempo y busquen una respuesta. Pero no hagan trampa y dejen de leer y no continúen buscando mi opinión, ni tampoco se embullen pensando que yo tengo la respuesta perfecta, que no soy adivina, además porque mi propósito al escribir en este espacio es que todos pensemos y aprendamos. ¿Ya pensaron? ¿Ya tienen opinión propia?  Pues les digo inicialmente que como de inteligencia emocional se tratan mis escritos lo que verdaderamente importa es que  hacer esos planes y realizarlos, hacen feliz a Damián, o sea, le provoca estados afectivos positivos, lo cual tienen en la tercera edad muchos beneficios, pero les hablaré de dos en particular que a mi ver son los más importantes; el primero es que este hombre tiene una elevada autoestima, porque evalúa sus capacidades intelectuales y físicas lo suficientemente intactas y desarrolladas para estudiar y  practicar ejercicios, y esta autoestima se sigue alimentando con estos proyectos. Y el segundo beneficio es que los estados afectivos positivos, alegría, felicidad, bienestar, etc. son, sin dudas, factores protectores ante las enfermedades y para alargar la vida, por lo que realizar estas aspiraciones son un indicio muy favorable de la salud mental de este hombre, porque quien tiene pretensiones es una persona que mira hacia el futuro y no se estanca en el presente, ni se sumerge en una nueva vida vista obligatoriamente llena de pérdidas, como muchos ancianos ven el retiro laboral. Sé que algunos pensarán ¿Y si Damián está sobrevaluando sus posibilidades?  ¿Y si no puede aprender inglés? Y yo les contesto ¿Es que acaso no conocen a jovencitos que intentan lo mismo y no lo logran? Eso no tiene que ver necesariamente con la edad, así que me aventuro  a decir que Damián -que ha demostrado que es un audaz- si no puede con el nuevo idioma será capaz de cambiar de planes y empezar otro proyecto, y ese, repito es el meollo del asunto; tener aspiraciones que lo hacen feliz y que muestran que él se quiere mucho, lo cual es esencial porque si uno mismo no se valora y no se quiere, difícilmente los demás lo harán. Así que tome asiento en el sillón a tomar fresco quien tenga calor, porque personas como Damián se agencian ellos mismos un clima muy favorable para su espíritu, y eso es la felicidad.

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