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¿Me puedo dar un baño de bosque? El shinrin-yoku o medicina del bosque

26 de enero de 2018

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Tomando un baño de bosque.

 

Los bosques, además de ser espacios naturales bellos, son lugares que pueden mejorar el estado mental y físico de las personas. Así lo defienden diversos estudios científicos y expertos que recomiendan los “baños de bosque”. Esta terapia originaria de Japón, donde la practican más de cinco millones de personas, propone visitar los bosques para aprovechar sus efectos terapéuticos.

¿Qué es un baño de bosque? ¿Cómo surgió esta idea? En 1982, el gobierno nipón, inspirado en el anciano y practicante budista Shinto, puso en marcha los baños de bosque (shinrin-yoku) como una terapia de relajación mental y física para una creciente población urbana sometida a niveles intensos de competitividad y estrés; y, de paso, para proteger y valorizar los bosques. Consiste en dejar que la naturaleza entre por los cinco sentidos. Se trata de dar paseos por un entorno natural poniendo atención al olor que desprenden las plantas, el ruido del viento en las hojas de los árboles y toda la gama de colores y texturas que el entorno nos ofrece.

Los expertos aconsejan también tomarse un té o una infusión para que el sentido del gusto participe también de esta experiencia. Y por supuesto, apagar los móviles, no llevar cascos y evitar ir hablando con alguien sobre cualquier cosa.

No se trata de una meditación, pero si es básico que nuestra atención esté centrada en el entorno y no disipada con otros pensamientos.

Por lo tanto, en el baño de bosque vamos a caminar, sentarnos, estirarnos, observar elementos naturales del entorno y disfrutar del silencio y los sonidos naturales de forma relajada.

Los baños de bosque tienen diversos beneficios en la salud física y mental de las personas; los entornos naturales y la salud mental presentan una correlación positiva, ya que permiten una recuperación más rápida del estrés fisiológico y psicológico.

Desde su puesta en marcha, diversas investigaciones han comprobado de forma científica los efectos beneficiosos de los baños de bosque en la salud física y mental:

 

Disminución del estrés, la ansiedad o el insomnio

Mejora la diabetes mellitus tipo 2

Disminuye la obesidad

Mejora las enfermedades cardiovasculares o del sistema inmunitario

Aumento del estado de ánimo y bienestar psicológico

Disminuye el estado de ánimo negativo

 

En la Chiba University’s Center for Environment, Health and Field Sciences, muy cerca de Tokio, han realizado tests a 600 personas desde 2004, que han demostrado que entre los que frecuentan los bosques la hormona cortisol desciende en un 12,4 %, al igual que la actividad del nervio simpático, en un 7%, y la presión sanguínea, que baja una media de 1.4%. Además, los que practican el Shinrin–Yoku tienen un descenso en la media de infartos de un 5,8 %. Los participantes en el estudio reconocen también que se encuentran con mejor ánimo y que el nivel de ansiedad ha bajado. Los estudios también han demostrado que interactuar con la naturaleza disminuye la actividad del córtex prefrontal, la parte del cerebro, donde residen las funciones cognitivas y ejecutivas como planificar, resolver problemas y tomar decisiones. En cambio, la actividad se desplaza a otras partes del cerebro relacionadas con la emoción, el placer y la empatía, características más próximas a la creatividad que a la productividad. “Por eso sabe mejor la comida en el campo” comentó uno de los científicos experimentales.
Otro científico de la Escuela de Medicina de Tokio, ha demostrado también que un paseo por un bosque o por un parque aumenta significativamente la concentración de células NK –siglas procedentes del inglés natural killer– en sangre, un tipo de glóbulo blanco que contribuye a la lucha contra las infecciones y el cáncer. Según este investigador, los compuestos volátiles emitidos por los árboles son los principales responsables de este efecto beneficioso sobre el sistema inmunitario. Muchos de estos compuestos aromáticos naturales, como pinenos, limonenos, cedrol o isoprenos, son usados en aromaterapia y medicina holística.

 

En el bosque de La Habana

En el bosque de La Habana

 

Otros encuestas realizadas en diversos países:

Mejora la salud y calidad de vida. Una encuesta del Servicio Danés de Salud respondida por 11.238 daneses concluyó que los ciudadanos son conscientes de la relación entre la salud y estar cerca de un espacio verde, especialmente para reducir el estrés.

Reduce la morbilidad. La cantidad de personas que enferman en un lugar y un período de tiempo determinados, en relación con el total de población, se reduce ante la presencia de espacios naturales, refleja un estudio holandés con una muestra de 345.143 participantes.

Disminuye la mortalidad. En Estados Unidos se observó un incremento de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y de las vías respiratorias que coincidía con una plaga que redujo de forma masiva los bosques entre 1990 y 2007 en 15 estados.

Incide en un menor sobrepeso y obesidad. Un informe realizado en Sabadell (Barcelona) entre 3.178 estudiantes identificó una asociación entre el aumento de la vegetación residencial circundante y un 11-19% de menor prevalencia relativa de sobrepeso y obesidad.

Ayuda a mantener la salud cardiovascular. A mayor naturaleza en un radio de un kilómetro de zona residencial, menos enfermedades coronarias presentaba la población holandesa en un estudio poblacional.

Tiene un efecto de soporte y cohesión social que contribuye al bienestar. Un informe realizado en Chicago señaló que los parques urbanos con opciones de recreación y socialización mitigan indirectamente el estrés al fomentar la cohesión social.

Posee un efecto co-terapeuta. Un estudio realizado en Pennsylvania (Estados Unidos) observó que los pacientes ingresados tras una intervención quirúrgica en habitaciones con vistas al jardín se recuperaban mejor que los que tenían vistas a la pared.

¿Cómo hacer un baño de bosque? La propuesta más sencilla consiste en recorrer un bosque por cuenta propia y hasta un parque urbano con naturaleza. Pero también hacerlo en grupo, con un guía, durante dos o tres horas. ¿Cuántas veces? Para empezar, quizás los fines de semana.

¿A qué bosques acudir? Los bosques maduros, con ejemplares grandes y antiguos y una gran comunidad viviente de plantas y animales, son preferibles para hacer un baño de bosque. No obstante, los estudios científicos señalan también beneficios para la salud de estar en contacto con todo tipo de espacios naturales, incluidos parques urbanos o espacios de naturaleza marina. Los senderos naturales seguros y accesibles facilitan la práctica de baños de bosque en nuestro país.

¿Qué ocurre cuando se vive en plena ciudad y no hay bosques cerca por los que los que pasear? Bueno, pues los parques también son pequeños oasis de naturaleza y, en el peor de los casos, siempre es mejor ver fotos de naturaleza o el árbol que se alcanza desde la ventana, que la pantalla del móvil.

Recordemos que…“la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Solo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.

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