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Más acerca de los mitos y realidades sobre los gatos

28 de marzo de 2014

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2014-03-17 11-18-25_3   Más sobre mitos y realidades de los gatos  marzo 14.doc (Sólo lectura) [Modo

El gato doméstico (Felis silvestris catus), es un felino que se ubica dentro de la familia Felidae. De manera que, conserva las características que caracterizan a estos animales, por ejemplo ser reservados, desplazarse sin hacer ruido, estar al acecho, entre otras. Esto les ha acarreado famas falsas y crueles, han sido bautizados como seres demoníacos, amigos de las brujas, traicioneros, de tener siete vidas, que traen mala suerte sobre todo si te tropiezas con un gato negro. Todas estas creencias se deben a la desinformación que tiene la población acerca de los gatos. Así, estas falsas ideas han permanecido durante muchos años. Hoy, sabemos muy bien, que estos felinos son amorosos, agradecidos e independientes.
Les invito a conocer algunas de las creencias más comunes, muchas de las cuales se han convertido en mitos. Pero también, les propongo acercarnos a la realidad gatuna.

Mito. Los gatos traen mala suerte, dan miedo y representan al diablo. Durante la Edad Media, florecieron estos pensamientos. La gente pensaba que eran familia de las brujas. El reflejo de la luz en sus ojos, se creía que eran las llamas del infierno. Se le atribuían poderes sobrenaturales, como la facultad de tener siete vidas. En el caso de los gatos negros, su color se asociaba con el diablo. Se consideraba que el diablo se disfrazaba de gato en sus visitas a la tierra. Por ejemplo,  la Inquisición, más el edicto del Papa Inocencio VII en 1484, permitieron que se sacrificaran gatos para las fiestas populares, lo que marcó un gran período de persecución para el felino. La inquisición reunía en la misma hoguera a los herejes, a las brujas, a los asesinos y a los gatos en la noche de San Juan.
Los gatos fueron culpados de trasmitir la peste bubónica, por lo que se exterminaron en masa en pueblos y ciudades, lo que contribuyó a que se multiplicara la población de ratas, verdaderos propagadores de la plaga. Realidad. Los estragos de la peste bubónica ayudaron a la rehabilitación del gato, este empieza a considerarse un animal familiar, lo que se manifiesta en los textos a partir del siglo XVII. Gracias a los descubrimientos científicos de mitad del siglo XIX, y a los inicios de la explicación de la naturaleza y de la transmisión de las enfermedades por los microbios y no por las brujas. El don que tiene este animalito para cazar ratones vuelve a ser apreciado. El gato ofrece sus servicios en tiendas, oficinas, almacenes, granjas y navíos. Hay compañías de seguros que incluso exigen que haya gatos presentes en los buques de carga. El mundo artístico ayudará también a la rehabilitación del pequeño felino, gracias especialmente al movimiento romántico del siglo XIX. El gato se usará a partir de entonces en todas las artes, ya sea la música, la pintura o el cine.
Las creencias y supersticiones que encontramos hoy en día alrededor de los gatos y de sus características maléficas, son los últimos rastros del miedo y  la desconfianza resultantes de los siglos pasados.

Mito. Los gatos son traicioneros, agresivos, interesados e intolerantes a las caricias. Realidad. Los gatos son animales muy independientes y eso los hace especiales, sin embargo, pueden llegar a formar lazos sociales duraderos. Si jugamos y pasamos tiempo con ellos, nunca se irán. El gato tiene una personalidad muy peculiar, algo que saben bien quienes conviven con uno. Un gato aceptará las caricias solo cuando le apetezca, pero exigirá la atención del dueño cuando él quiera.
Es bueno saber, que los felinos tienen células de Merckel en toda la piel, lo que hace que esta sea muy sensible, de 4 a 25 veces más sensible que la humana. Por eso, debemos acariciarlos con suavidad. Acostúmbralo desde pequeño a esto y evitarás los rasguños.
¿Qué son las células Merkel? Las células de Merkel son un tipo de células intraepiteliales de la piel. Su función no está muy clara aún pero se las asocia a la sensación táctil (especialmente en algunos animales) ya que poseen unas microvellosidades con propiedades mecanorreceptoras, que facilitan que célula libere neurotransmisores que interactuarían con terminales nerviosas cercanas. Desde el punto de vista anatomopatológico, son células difíciles de distinguir de otras de la piel por microscopía óptica pero se diferencian bien con el microscopio electrónico.

Mito. Los gatos son malolientes porque su orina apesta. Realidad. Está demostrado que el gato es un ejemplo de higiene ya que se lava hasta veinte veces al día. La fama de limpios de los gatos, obedece a que los felinos les gusta mantener su cuerpo y entorno limpios. Por ello, el gato dedica tiempo a lamerse y acicalarse para conservar su pelaje sin suciedad. Además, si los acostumbras desde pequeños a utilizar una bandeja o caja higiénica para que defequen y orinen, siempre la utilizarán. También rechazan dormir o comer en lugares malolientes o sucios. Los gatos acostumbrados al agua desde cachorros, también aceptan de buen grado los baños y hasta los retoques en la peluquería para gatos.
El olor de su orina es bastante penetrante y generalmente es usada como marcaje.
Veamos algunos ejemplos: si el gato marca con orina en distintas superficies, por ejemplo
en el sofá o en una silla, puede ser que en realidad esté marcando el lugar donde se sienta
alguien que “le preocupa” y lo señala de esa manera. También puede ser que lo haga para
marcar zonas desde las que divisa un peligro o algún tipo de amenaza.
Cuando un gato hace pis fuera de su bandeja puede significar varias cosas, y también aquí el factor estrés puede ser importante: no les gusta el lugar en el que está la bandeja, no les gusta la bandeja, la arena, o la frecuencia con la que se limpia. En este caso hay estrés, porque sabe dónde debe hacer pis pero no le gusta ese lugar, puede estar sucio, o le da miedo o le provoca algún tipo de rechazo. Y mucho ojo con lo siguiente: también puede significar que tiene un problema en el sistema urinario: cálculos o cistitis. Si es así, el gato suele hacer pis en distintos sitios porque cuando hizo pis en la bandeja le dolió y quiere probar otros lugares. Entonces debemos acudir al veterinario.
Si se mantiene su caja limpia no debe de haber orina en lugares inadecuados ni mal olor.

Mito.  El gato ronronea cuando está enfermo. Realidad. Cuando el gato busca la atención de sus dueños, sabrá ganársela con un sonido que solo él emite: el ronroneo. El ronroneo es un sonido característico hecho por todas las especies de felinos, y es parte de su sistema de comunicación. Varía en función de los gatos (por ejemplo, el volumen y el tono), y de unas especies a otras, y puede ser caracterizado como un zumbido tonal. Este particular sonido indica confianza y bienestar con el entorno, con otros gatos o sus acompañantes humanos, y se produce cuando se sienten seguros y protegidos.

Mito. La curiosidad mató al gato. Realidad. Los gatos son territoriales por naturaleza y esta característica puede confundirse con curiosidad. Los felinos llevan en sus genes la territorialidad. La casa en la que viven con sus dueños es su territorio y les gusta tenerlo totalmente controlado. La costumbre del gato de encaramarse en lugares altos, como el respaldo del sofá, en una escalera o las mesas, obedece a su afán por tener una adecuada perspectiva de su territorio. Este comportamiento, muchas veces se confunde y se les tilda de curiosos ante cualquier novedad.

Mito. Los gatos son ariscos, desobedientes y rebeldes. Realidad. Los genes del gato le predisponen para que sea un animal al que no es sencillo domesticar. Son cazadores solitarios que no precisan la convivencia del grupo para sobrevivir y están acostumbrados a salir adelante en soledad. Por eso, sí podemos catalogarlos de “felinos indomables”, pero encantadores, por lo tanto es un error asociar el hecho de que un gato se muestre indomable con que sea arisco. Además, las personas no están acostumbradas a educar o entrenar a sus gatos; si lo intentan se darán cuenta de lo obedientes que pueden llegar a ser.

Mito. Son inútiles. Realidad. Muchas personas los comparan con los perros, fieles servidores del amo. Pero no saben que estos felinos han sido utilizados para cuidar instrumentos agrícolas, libros y obras artísticas; además se ha demostrado que son muy buenos en terapias para niños y mayores. Son compañeros muy amorosos. Han llegado hasta salvar vidas.

Mito. Son nocivos, causan esterilidad o abortos y enfermedades. Realidad. Este ha sido un tema ampliamente tratado y estudiado en varias investigaciones donde se ha demostrado que los gatos NO ocasionan tales problemas, que son causados principalmente por el protozoo Toxoplasma gondii.  La toxoplasmosis se considera una zoonosis, lo cual significa que, de modo habitual, se transmite desde los animales a los seres humanos a través de diferentes vías de contagio, siendo los hospedadores definitivos el gato y otras seis especies de felinos.
Sin embargo, la fuente de infección más frecuente no son los animales de compañía, como se cree popularmente. ¿Cuál es la realidad? La realidad es, que la fuente por la cual entra el parásito en los humanos con mayor frecuencia, es a través de los alimentos contaminados, por ejemplo: la carne (cuando está poco cocinada), las frutas y las verduras mal lavadas. También se puede consumir alimentos que han sido manipulados por terceros, sin que se haya realizado un lavado suficiente, por ejemplo, en restaurantes. La última vía de contagio,  suele producirse entre personas que trabajan la tierra con las manos, bien agricultores, bien en labores de jardinería. En los suelos, frecuentemente aparece el parásito en gran cantidad. Una persona que manipule la tierra con las manos desnudas, puede introducir restos de tierra bajo las uñas. Pese a un lavado de manos con agua y jabón, siempre puede quedar tierra bajo las uñas. Después, si se lleva las manos a la boca, es fácil infectarse de éste y/o de otros parásitos. Si es una persona que trabaja en el campo, no tiene por qué lavarse las manos cada vez que manipula esa tierra y en un descuido (o por mala costumbre) puede llevarse las manos, sin lavar, a la boca.
Para que un gato pueda producir heces infecciosas tiene que contagiarse. Es decir, un gato que no está infectado y vive en una casa sin acceso al exterior y comiendo pienso o carne cocinada, no puede infectarse y por tanto no puede infectar a otros. Si el gato tiene acceso al exterior o es silvestre, o come carne cruda, o caza pájaros o ratones y se los come, entonces sí puede infectarse. Una vez infectado, incuba el parásito durante un periodo de entre 3 y 20 días. Después y durante sólo un mes, liberará los quistes con las heces. Si su gato se infectó, es necesario limpiar la caja donde defeca con frecuencia, impidiendo que esos quistes maduren y sean infecciosos. Hay que evitar manipular las heces con las manos desnudas, y al terminar de limpiar la caja, lavarse las manos inmediatamente, pues pudiera suceder que, accidentalmente, nos lleváramos las manos a la boca. No sólo se puede introducir Toxoplasma Gondii en el organismo de esta manera, también otros parásitos, bacterias y virus, mucho más peligrosos e incluso letales.
Por tanto, cualquier persona que conviva con un gato o varios como mascotas, incluso con acceso al exterior y hasta que coman, a veces, animales crudos cazados por ellos (es decir, gatos con riesgo de infectarse del parásito), con la más simple medida de higiene posible (el lavado de manos después de limpiar la caja o usando guantes), evita infectarse del parásito.

Mito. Son animales que comen sólo ratones. Realidad. Como buenos felinos, su naturaleza es cazar y si tienen oportunidad, cazarán animales pequeños. Sin embargo, si se le alimenta adecuadamente, un gato puede estar perfectamente dentro de casa, sin que le urja salir

Mito. Los gatos son dormilones. Realidad. Los gatos pueden dormir 12 horas diarias e incluso más, pero durante ese tiempo hay muchos momentos en los que dormita y se mantiene atento a lo que ocurre a su alrededor. Los horarios de los felinos son crepusculares, cuando cae el sol están más activos, así que por el día duermen más. No obstante, un gato se aclimata a los hábitos de la familia humana con la que convive y más, si se tiene en cuenta que en el ámbito doméstico no necesita cazar por la noche para comer.

Recordemos que…”la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Sólo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.

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Comentarios



Ale lop / 10 de febrero de 2021

Mi gato se subio al techo de la casa y orino en cantidades. Muchoooooo y su olor es terrible Que sucede? Debido a que es