ribbon

Martha Jean-Claude

22 de septiembre de 2023

|

 

Screen-Shot-2017-01-29-at-00.40.05

Para los cubanos, Martha Jean-Claude fue por mucho tiempo una figura habitual de los escenarios y los programas televisivos y, posiblemente, la más querida presencia haitiana en el panorama cultural de una nación —Cuba— que la acogió como a una hija más. Su sonrisa amplia y franca, su voz y modo de hablar con fuerte acento del creole de la vecina isla y su manifiesto amor hacia Cuba, integran el patrimonio musical del Caribe.

Martha llegó a Cuba en diciembre de 1952, una fecha por la que contaba algo más de 30 años (había nacido el 21 de marzo de 1919), pero era ya una artista bien conocida en el ámbito caribeño.

Dotada de una voz cálida, de una personalidad atractiva y acompañada con la musicalidad y las cadencias rítmicas de su Haití natal, sería la suya algo más que una visita ocasional.

Martha Jean-Claude comenzó su carrera como cantante solista en la Catedral de Puerto Príncipe en Haití, donde aprendió y cantó los cantos gregorianos y las romanzas francesas, al par que ampliaba sus horizontes culturales y afianzaba el conocimiento de sus raíces antillanas a través del folclor.

En lo tocante a su estancia en Cuba, primero vivió en Camagüey antes de trasladarse a La Habana. A partir de entonces dio inicio a una carrera intensa que hizo de ella la principal difusora de los ritmos y bailes haitianos no solo en Cuba, sino en buena parte del mundo, pues con el tiempo hizo giras por México, Panamá, Ecuador, Venezuela, Guyana, Martinica, Guadalupe, Granada, Estados Unidos, y además del lado de allá del Océano Atlántico, por Polonia y Francia.

 

martha-jean-claude

 

Martha Jean Claude cantó acompañada por la Sonora Matancera, hizo presentaciones en el cabaret Tropìcana y grabó a dúo con Celia Cruz. La radio y la televisión la acogieron y viajó al extranjero en delegaciones artísticas. Participó en los filmes Simparelé, que mereció numerosos premios internacionales, y también en El octubre de todos, Maluala y La tierra y el fuego.

Cantante y compositora, mujer preocupada por los destinos de su patria, Martha Jean-Claude es el mejor ejemplo de la hermandad espiritual que enlaza a los pueblos de la región antillana, más allá de los mares y las fronteras. Murió en La Habana el 14 de noviembre de 2001, a la edad de 82 años.

Galería de Imágenes

Comentarios