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María Tubau

17 de febrero de 2017

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En 1896 no estaba la situación política de Cuba como para giras de compañías europeas ni óperas italianas. La guerra se había reanudado en la Isla, el movimiento de la Invasión, o sea, el avance de la guerra independentista hasta el Occidente, había llegado a término exitosamente y en La Habana, el gobierno de la metrópoli había puesto al frente de su Capitanía General al sanguinario Valeriano Weyler, militar sin talento pero con un gran desprecio hacia la vida de los cubanos.

Pocos artistas se decidían a cruzar el océano para hacer gira por Cuba. No obstante, una celebridad de la Península, una artista dramática con méritos extraordinarios y cuya memoria ha perdurado, lo hizo. Se llamó doña María Álvarez Tubau, o simplemente María Tubau.

Al cabo de mucho actuar en España y de una tournée por Argentina y Uruguay, María Tubau debutó en el teatro Tacón el 19 de diciembre de 1896. La acompañaba en el elenco su esposo (el empresario Ceferino Palencia) y otros artistas. La Tubau se caracterizaba por su sobriedad, su mesura, la naturalidad. Fue una dama elegante y vistosa, pero también una artista más allá de su época.

Sin embargo, “como buena española” deja un sabor amargo: acepta la invitación de almorzar con el diabólico Valeriano Weyler y ofrece su aporte en dinero a las tropas por medio de obras patrióticas y suscripciones. De los escritores “cubanos” también recibió homenajes y la prensa colonial no se cansó de resaltar su lealtad a la Península.

Interpretó obras tanto de autores españoles, entre ellos Leandro Fernández de Moratín y Bretón de los Herreros, como de dramaturgos franceses (Alejandro Dumas, por citar uno), algo no usual en la escena española de entonces.

De sus inicios en el arte se sabe que fueron tempranos, de la mano de Matilde Díez, aunque continuó su formación con otros profesores. El género del llamado teatro romántico conoció de sus pinitos dramáticos. Pero fue su unión, en segundas nupcias, con Ceferino Palencia, en 1882, lo que dio un vuelco a su carrera, al formar la compañía Teatro de la Princesa.

Entonces se convirtió en una de las divas de la escena teatral de Madrid y España. Viajó, y la crítica fijó sus ojos en ella. María Tubau murió en Madrid el 13 de marzo de 1914 a la edad de 60 años. Aunque no quedan sino fotografías de sus actuaciones, las opiniones de la crítica justifican pensar que se trató de una artista capaz de conmover a los públicos, de ser un tanto diferente y perdurar aun entrados los primeros años del siglo XX. Todo ello pese a que en Cuba, donde se la aplaudió con admiración, entregó su voto en favor de lo más retrógrado del régimen colonial.

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Comentarios



Antonio Gómez Sotolongo / 3 de febrero de 2021

Hubo otra María Tubau que cantó en el Auditorium, Payret y Marti en los años 20. Y esa es la triple.