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Margarita Xirgu en la Habana (I)

31 de octubre de 2023

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Mucho se ha escrito sobre la fraterna amistad de Federico García Lorca con la gran actriz catalana Margarita Xirgu, sin embargo, poco se conoce que fue la escritora cubana Lydia Cabrera quien los presentó a los dos, en Madrid, a finales del verano de 1926

Ya para entonces la Xirgu era toda una consagrada en las tablas e incluso había participado en algunas películas.

Pero no dudó en convertirse muy pronto en fiel colaboradora de Federico, pues el joven poeta y dramaturgo de Fuente Vaqueros estrenaría con ella casi todas sus piezas más importantes: “Mariana Pineda”, “La zapatera prodigiosa”, “Yerma”, “Doña Rosita la soltera” y el reestreno de “Bodas de sangre”.

«Fue mi autor, fui su intérprete», diría ella años después.

Nacida el 18 de junio de 1888, en Molinos del Rey, Barcelona, Margarita Xirgu se inició desde niña como actriz en grupos de aficionados y debutó profesionalmente con la Compañía de Josep Santpere.

En 1910 formó su propia compañía con la que estrenó en el Teatro Romea, Barcelona, entre otras, las obras Andrónica y La reina joven, que le permitieron ganar un gran prestigio en la escena catalana.

También ese mismo año estrena “Salomé” de Oscar Wilde en el Teatro Principal de Barcelona. Por cierto, en esa ocasión, le rescinden el contrato por enseñar el ombligo.

Dicen quienes la conocieron que era una personalidad apasionante, con grandes deseos de triunfar. Málaga será la primera ciudad donde interpreta una obra en castellano.

Desde aquí saldrá hacia Canarias, Buenos Aires y Chile. A su regreso, y luego de presentarse en 1914 en el teatro de la Princesa, en Madrid, la crítica la considera como «alta y generosa renovadora de nuestra escena». No es de extrañar que alcance sucesivos triunfos representando a “Mariana Pineda” -primer texto teatral de García Lorca-, estrenado en Barcelona, en el teatro Goya, en junio de 1927.

Unos años más tarde el autor escribirá sobre su musa: Hace seis o siete años terminé la última escena de “Mariana Pineda”. La obra recorrió varios teatros, y en medio de los más calurosos elogios me la devolvían, unos, por atrevida; otros, por difícil. Margarita Xirgu la leyó y a los dos meses comenzaron los ensayos para hacerla viva en escena».

«Públicamente, y en Granada, donde duerme su sueño de amor mi distinguida heroína -sigue diciendo Federico- he de manifestarle mi agradecimiento y expresarle de manera fría y razonada la profunda admiración que siento por su labor en el teatro de nuestro país.

«Porque es la actriz que rompe candilejas con aires renovadores y arroja puñados de fuego y jarros de agua fría a los públicos dormidos sobre normas apolilladas».

Es esa la Margarita Xirgu que en enero de 1936, poco antes del inicio de la Guerra Civil Española, comienza su cuarta gira por América -la que la traerá a Cuba-, y sin saberlo, la que se convierte con el triunfo del franquismo en un exilio de tres décadas.

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