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Luis Montané

20 de abril de 2022

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Hijo de franceses, Luis Montané nació en La Habana en 1849. Su existencia transcurrió entre el mundo europeo y el americano. Se educó en Francia y allá hizo estudios de Medicina. Sirvió como médico en el Ejército francés durante la contienda franco- prusiana de 1870 y antes de regresar a Cuba revalidó en Barcelona su doctorado en Medicina.

En La Habana generalizó el doctor Montané el empleo del algodón en las heridas, al igual que el uso de la banda de Esmarch para evitar las hemorragias en las amputaciones. Ejerció la profesión de otorrinolaringología y fue uno de los primeros médicos en desempeñar dicha especialidad en la Isla, detalle este poco conocido e ilustrativo del valioso desempeño del doctor Montanè como galeno.

Al doctor Montané se le considera introductor en Cuba de los estudios antropológicos de alto nivel, él fundó y presidió la Sociedad Antropológica de la Isla de Cuba y dedicó gran parte de su vida a la enseñanza en la Universidad de La Habana.

Fueron varios los libros y tratados que el doctor Montané escribió y voy a citarte algunos de sus títulos: Estudio anatómico del cráneo de los microcéfalos, de 1874; Un caribe cubano, de 1885; La cirugía en Cuba en 1887, El cráneo de Antonio Maceo, de 1899, así como algunos más, lo cual te da una idea de que su labor fue intensa e importante acerca de los estudios sobre la presencia del hombre primitivo por estas latitudes.

Al crearse la Cátedra de Antropología de la Universidad de La Habana en 1899 se designó al doctor Montané para ocuparla, al tiempo que fundaba el Museo Antropológico, que en honor suyo recibió su nombre.

En representación de Cuba asistió a conferencias y congresos en Mónaco, Turín, París, Buenos Aires y te puedo asegurar que el prestigio de Luis Montané como antropólogo se extendió por el mundo.

En Francia se le condecoró con la Legión de Honor y en Cuba se le distinguió como miembro de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana. Otras sociedades científicas de Europa acogieron al sabio cubano-francés, destacando sus aportes a la antropología.

Se acogió a la jubilación en 1920 y viajó a Francia donde se asentó definitivamente en la “Villa Carmen”, de Chatou, ubicada en las cercanías de París, donde se mantuvo vinculado con las sociedades Antropológica, de Etnología, y de Americanistas.

Fue electo Presidente de la Sociedad de Antropología de París, y murió en noviembre de 1936.

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