ribbon

Los puntos ciegos

16 de diciembre de 2016

|

 

ab

 

Por la influencia que tiene sobre nuestros pensamientos y acciones mucho he escrito en este espacio sobre el conocerse uno mismo y que sea adecuado este conocimiento emocional. También me he referido a que es importante que las personas sean conscientes de sus puntos fuertes, pero igual de sus debilidades. Estas no siempre son identificadas porque las personas tenemos una tendencia a negar nuestros defectos, pues es mucho más cómodo creer que tenemos más cualidades positivas que defectos, ya que esto nos hace no tener que esforzarnos para mejorar, y además nos protege de lo desagradable que resulta reconocer que no somos tan buenos como creíamos.

Se sabe que a la gente le gusta ser halagados, alabados y no criticados, por lo que se adopta una postura distorsionadora de la realidad. Resulta increíblemente alarmante el hecho que, defectos que son claros y están a la vista de todos, el propio interesado no las ve, por lo que constituye “los puntos ciegos” que impiden tener una correcta autovaloración emocional.

Existen estudios en el área empresarial que muestran cuáles son algunos de los más típicos puntos ciegos que se observan en trabajadores y que son obstáculos para un buen desempeño personal y colectivo, los que, además, resultan como factores de riesgo para la salud de la persona.

Les nombro algunos, como es el esfuerzo desmedido de quien trabaja demasiado, ya sea porque tiene una ambición extrema o porque las tareas están por encima de sus posibilidades y tiene que dedicar más tiempo y esfuerzo que otros, porque no reconoce sus limitaciones. Esta actitud trae consecuencias tales como tener poca o ninguna vida personal, no darse tiempo para el descanso y las distracciones, todo lo cual puede llevar a mal término.

También hay quien necesita de reconocimiento permanente, lo cual hace que se sienta el centro de la actividad, y los esfuerzos de los otros los ve como una competencia que lo agrede, aunque no tenga nada que ver con lo que él hace, porque seguramente tiene áreas personales insatisfechas que llena con su trabajo, por lo que el éxito permanente es una necesidad crucial, y estas personas incluso suelen minimizar a los demás, con cual crea un ambiente muy tóxico en el grupo laboral.

Otro punto ciego es el hecho de querer parecer bueno, perfecto en todas y cada una de las tareas que realiza, sin darse margen al error, lo cual está claro que no es posible, por lo que las críticas los pone de mal humor, y hay quien utiliza el sarcasmo para enfrentar lo que le señalan e incluso se defienden diciendo que los otros son responsables porque le pusieron trabas, le indicaron mal la tarea, no le dieron tiempo, espacio; en fin, esparciendo sus errores en los demás, porque le resulta imposible reconocer que no es tan perfecto como cree.

Estos puntos ciegos –que significa que la persona no los reconoce– tienen sus raíces en la experiencia vital de cada uno de nosotros. Algunas de las causas están en la historia de éxitos y fracasos que tenemos, los conflictos internos no resueltos y agazapados dentro de nosotros, la educación recibida basada en el perfeccionismo, la rigidez y en ese criterio de dos variables únicas en la vida que son ser un ganador o un perdedor, con lo cual el margen de actuación es muy estrecho y más si el ámbito familiar impone metas muy elevadas.

También está el hecho de considerar que el medio laboral es un campo de batalla en el que hay que estar perennemente en guerra, lo cual es altamente estresante y que las personas echen mano de conductas poco éticas, crueles, dejando una estela de odios, desasosiego y muy negativo resultado. Es por ello que trabajar con este tipo de personas es peor que esas películas de terror con asesinos en serie, zombis y espectros malignos.

Con todo lo dicho supongo que queda claro que la adecuada valoración de uno mismo tiene que ser crítica y consciente, y no debemos acariciarnos con falsas auto imágenes de cuento de hadas que no dicen lo que realmente somos, y que llevan a cegarnos ante nuestros defectos y, por lo tanto, no nos permiten mejorar y superar estos dañinos puntos ciegos.

Galería de Imágenes

Comentarios