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Los orangutanes en Indonesia

9 de marzo de 2018

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orangutan con cria

 

Los orangutanes son los más arborícolas de todos los simios grandes, pasando casi todo el tiempo en los árboles. Solo se encuentran en los bosques tropicales de las islas de Borneo y de Sumatra. Poco tiempo atrás, estas poblaciones aisladas eran clasificadas como subespecies, pero fueron elevadas a la categoría de especie: Pongo pygmaeus.

El orangután, a pesar de su carácter pacífico ya que se encuentra entre los simios menos agresivos, siendo animales amigables, presenta en ocasiones agresiones comunes entre los de su especie, y a veces pueden ser ferozmente territoriales. Los machos inmaduros intentan siempre copular con cualquier hembra, y tienen éxito muchas veces cuando se trata de una hembra inmadura que no puede apartarlo. Las hembras maduras pueden alejar fácilmente a un macho inmaduro, y prefieren la copular con machos dominantes y también maduros.

Como otros grandes simios, los orangutanes son de una notable inteligencia. A mediados de los años 1990 se halló una población de orangutanes que periódicamente utilizaban herramientas para proporcionarse alimentos.

Los orangutanes salvajes suelen visitar establecimientos humanos buscando orangutanes huérfanos, liberados de una captura ilegal e interactúan con estos huérfanos, probablemente ayudándolos a adaptarse nuevamente a la vida salvaje.

¿Qué ha pasado con los orangutanes de la isla de Borneo, en Indonesia? Pues que ¡148.000 orangutanes han muerto en los últimos 16 años debido a la caza y la pérdida de hábitat!

La población de orangutanes en la isla de Borneo se ha reducido en 148.500 ejemplares en 16 años, entre 1999 y 2015, debido la caza furtiva, la tala, la deforestación y las plantaciones. Esto lo ha revelado un estudio publicado por la revista científica Current Biology, afirman además que la demanda de recursos naturales ha eliminado ella sola más de 100.000 orangutanes. El estudio precisa que la destrucción de los bosques para la creación de plantaciones es el responsable del descenso más acentuado en la población de orangutanes, pero la tala de árboles y la caza causaron un mayor número de muertes.

Al menos 2.256 orangutanes han muerto de promedio anual entre 1999 y 2015 debido a la caza o conflictos con los humanos en Kalimantan, que es como se conoce a la parte de Borneo que controla Indonesia y que comprende la mayor parte de la isla.

En la actualidad se estima que quedan entre 70.000 y un poco más de 100.000 ejemplares en libertad. Unos datos que sitúan a la especie en la categoría de “en peligro crítico”, que es máxima categoría de amenaza de una especie.​

Se sabe que durante años, las industrias de aceite de palma y pasta de papel se han expandido a costa de la selva tropical, talando primero los árboles cuya madera tiene mayor valor comercial y quemando posteriormente lo que queda de selva. Luego abren canales para drenar el agua de estos bosques pantanosos, secan las turberas y preparan el terreno para sus plantaciones. En estas condiciones, los orangutanes no pueden sobrevivir, mueren en los incendios, son capturados o cazados.

Solo la voluntad política y la participación social se puede proveer un futuro para los orangutanes en Borneo a través de fórmulas como la educación, la colaboración con las compañías madereras o de papel y las plantaciones, y planes sostenibles en el uso de la tierra y en la explotación de los recursos naturales.

En agosto de 2017, el Gobierno publicó el estudio Población del Orangután y Evaluación de la Viabilidad de su Hábitat (PHVA), en el que se indica que 57.350 orangutanes viven en Borneo.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera la especie “gravemente amenazada”.

Si continúa destrucción de los bosques para la creación de plantaciones, causa del más pronunciado de las poblaciones de orangutanes, la tala indiscriminada, y la caza de estos simios, se perderán otros 45.000 orangutanes hasta el 2050.

Las selvas de Indonesia, son conocidas como los “Bosques del Paraíso”, porque albergan dos de las terceras partes de la biodiversidad de toda la Tierra. Son el hogar de especies tan singulares como la rana voladora, el rinoceronte de Sumatra y Java y el orangután protagonista de este artículo.

¿Hasta cuándo las grandes industrias, los consorcios, los monopolios, seguirán despreciando y obviando la biodiversidad del planeta que nos acoge y nos da vida?

Hace poco leí una reflexión muy sabia que decía. “Sólo hasta que se haya talado el último árbol, contaminado el último mar y muerto el último pez, el hombre entenderá que no se puede comer el dinero”.

 

 

 

Recordemos que…“la Naturaleza inspira, cura, consuela, fortalece y prepara para la virtud al hombre”. Solo hay un modo de que perdure: respetarla y servirla.

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